The Last of Us

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Subimos por los escombros que había dejado la carretera, al subir Ellie vió asombrada los edificios frente a ella.

- Dios santo... -habló sorprendida,- Supongo que así se ven estos edificios de cerca. -acomodó su capucha,- ¡son muy altos!

Aunque lleváramos pocas horas en conocernos, la niña me agradaba mucho, era única, mucho más ahora que sabíamos de su inmunidad.

- Entonces... -volvió a hablar,- ¿Qué pasó aquí? -preguntó señalando los edificios casi por colapsar.

- Bombardearon las áreas que rodeaban la zonas de cuarentena, -respondí recordando cuando en Texas escuchamos todas las bombas caer, escuchamos un par de gritos desgarradores cerca del bosque para luego ser sofocados por disparos- intentaron matar la mayor cantidad de infectados. -continue the intentando borrar esos recuerdos horribles.- no sirvió de nada.

Avanzamos más hasta el abismo, desde aquí se podía ver nuestro destino, estaba muy lejos aún, tendríamos que cruzar por un edificio, al entrar encontramos un chasqueador muerto.

- ¿Qué es eso? -preguntó al ver cómo Joel arrancaba de la pared un chasqueador y abría la puerta detrás.

- Los llamamos chasqueadores, -respondí siguiendo a mi moreno,- están ciegos pero ven por medio del ruido... -una a seguir pero la castaña me interrumpió.

- ¿Cómo un topo? -preguntó otra vez, chica lista.

- Exacto, -nos lanzamos por unas escaleras.- así que si oyes un "clic", escóndete.

Bajamos por lo que quedaba de unas escaleras y llegamos a una zona llega de chasqueadores e infectados.

- Quédense aquí. -dijo Joel yendo hacia ellos, iba a ir tras él pero no podía dejar a Ellie.

Después de escuchar como acababa con todos seguimos descendiendo, tuvimos que pasar por andenes de limpieza para ventanas, pasar por un cuarto lleno de infectados y al fin salimos de ahí, al frente estaba el museo, podríamos cruzar por ahí.

Saltamos encima de un camión, y llegamos a lo que en algún momento habría sido la zona de carga, Joel empezó a jalar la cadena, pero a lo lejos se escuchaba algo.

- Para... -hablé alzando la mano, mi pareja se detuvo.

- No escucho nada... -dijo él antes que pudieran ser presentes los característicos gruñidos y gritos de corredores,- ¡Mierda! -volvió a tirar de la cadena para que cruzáramos.

Al estar del otro lado sostuve el peso de la puerta para que pasara, casi no lo logra pero pasó. Nos quedamos quietos escuchando los golpes de esos monstruos.

- Tienes algo en el zapato. -dijo Ellie apuntando su linterna al pie de Joel. Quien al bajar la mirada se encontró con una mano, sacudió el pie asqueado mientras yo soltaba una risa.

Joel investigó el lugar mientras la pequeña y yo recobrábamos el aliento de aquel susto.

- ¿Cómo te infectaste? -pregunté mientras bebía un poco de agua.

-Pues, estaba en el centro comercial, -dijo mientras se ajustaba la coleta,- me persiguieron un montón de esos... ¿como los llaman? -cerró los ojos intentando recordar,- corredores, me mordieron y... nada pasó. -permaneció en silencio.

Cuando estuvimos lista a avanzamos por el museo de historia, Ellie, como ya era costumbre preguntaba por todo, Joel parecía irritado pero seguía adelante.

Nos agachamos bajo unas vigas que estaban en el camino, mi pareja las levantó mientras pasábamos, pero una vez estando del otro lado, estas se partieron.

- ¡Joel! -grité al verlo atrapado, el ruido atrajo a chasqueadores.- ¡Vamos Ellie!

- ¡Encontraré la forma de llegar a ti! -gritó Joel del otro lado.

Coloqué a la pequeña detrás de mi, lancé un ladrillo lejos de donde lo estábamos alejándolo por unos segundos, le puse un silenciador a mi arma y avanzamos un poco más, subimos las escaleras y cuando una de esas cosas me iba a atacar, Ellie se interpuso.

- ¡Ellie! -grité antes de atravesar el cuello de esa cosa, la tomé de la mano y nos encerré en lo que parecía un cuarto de limpieza.- ¡no hagas eso otra vez!

- ¡Iba a morderte! -se quejó, revisé si tenía alguna herida, esa cosa la había arañado, desinfecté la herida, acaricié su rostro con ternura y la abracé, me estaba encariñando muchísimo con ella, temía perderla.

- No vuelvas a hacer eso... -dije antes de soltarla, en sus ojos veía como si nunca la hubiesen abrazado antes.- hay que seguir, pequeña.

Antes de salir un corredor entró al pequeño cuarto, lo golpeé y empuje a Ellie hacia la salida, iba a seguirla pero esa cosa me acorraló contra la pared, ya no tenía escapatoria y su boca se acercaba a mi.

Bam...

Al abrir los ojos tenía a Joel frente a mi, había matado a esa cosa y ahora estaba revisando mi cuello, yo seguía temblando.

- ¡Ayuda! -gritó Ellie en la otra sala.

- ¡La chica! -corrí hasta ella y Joel mató al chasqueador, muchos más se acercaban.

Mientras acabábamos con esas cosas, la niña nos ayudaba lanzándoles botellas para despistarlos, una vez acabamos salimos a las escaleras de emergencia.

- ¿Estás bien? -preguntó Joel a la pequeña.

- Define "bien." -dijo esta mientras respiraba agitadamente.

- ¿Aún respiras? -volvió a hablar él.

- ¿Híperventilarse cuenta? -preguntó Ellie sarcástica.

- Sí, -dijo mi moreno dejándola atrás.- cuenta.

Subimos las escaleras para luego ver el amanecer, las nubes tenían un hermoso color naranja y rosado, estábamos cerca, luego de investigar un poco la azotea, cruzamos con la ayuda de una tabla que no inspiraba mucha confianza.

- ¿Eso es todo lo que esperabas? -preguntó Joel al lado de la niña.

- Todavía no lo he decidido, -respondió ella viendo el cielo,- pero, Cielos, no podrás negar esa vista.

Cuando llegué a su lado vi una pequeña sonrisa querer salir de sus labios, pero al ver su reloj se volvió una mirada melancólica, el recuerdo de Sarah le seguía atormentado.

- Por aquí, -los guíe a una escalera, la pequeña bajó mientras Joel se acercaba.- Ya falta poco, ¿Estas bien?

- Si jefe, -respondió antes de indicarme que bajará.- lo estoy.