Parte 21

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Hola todos!  realmente estoy muy contenta con los votos,se los agradezco!

Gracias, saludos y les dejo mas de Santiago y Sofia, pero ya queda poco....!!!

El partido ya estaba empezado cuando llegaron Santiago llegó a la cancha de tenis. Nicky y Romina perdían por mucho, pero daban batalla a Sofía y Rodrigo que parecían más tranquilos con la diferencia y hasta se daban el lujo de hacer alguna broma. Parecía un partido aguerrido por lo que ninguno quiso interrumpir ni para saludar. A Santiago no le importo demasiado, él estaba disfrutando y haciendo lo que más le gustaba hacer. Observarla.

Toda ella era espectacular y amaba invertir su tiempo mirándola. Sus piernas, su pelo, sus gestos al golpear la pelota, sus músculos tensándose y aflojándose, era preciosa...y ese sonido tan similar a un excitante gemido que salía de su garganta ante el esfuerzo de su potente saque lo tenía atrapado en una nube de deseo, puro deseo. De ese que lo consumía día y noche y nada podía hacer aún por satisfacer. Tampoco ayudaba el atrevimiento de su novia que lo provocaba con esas miradas nada disimuladas y sugerentes que incluían movimientos sensuales, sonrisas busconas y besos revoltosos tirados al aire con un solo motivo, enloquecerlo y vaya que lo lograba.

Cuando el partido terminó, Sofía pudo reparar en la visita sorpresa que había recibido. Vestido con un jean viejo, zapatillas, una remera cualquiera y esa gorra con visera su novio era todo un show para detenerse a ver.

-Hola. No te esperaba -dijo ella todavía un poco agitada por el juego y dejándose abrazar por la cintura después de quedar solos.

-Lo sé. Quise sorprenderte.

-Linda sorpresa. -No pudo agregar mucho más porque con un beso, señor beso, le tapó la boca.

– ¿Qué hacías en la cancha?

-Jugaba.

-Sí, conmigo, con mis nervios, con mis ganas –dijo con una mirada inquietante que no dejaba dudas del deseo que intentaba mantener en control.

-Puede ser. Solo un poquito.

Se sentaron en uno de los bancos que daban a la cancha ahora vacía. Ya los chicos estaban hidratándose en el bar del club y ellos se escondían de las miradas chismosas.

-Definitivamente las polleras de tenis son tu estilo -dijo Santiago acariciando las piernas de su novia que se había sentado sobre las suyas. Hizo una pausa y le acarició las mejillas acaloradas. -Sofi, me surgió un viaje a Mendoza. Me voy dentro de un par de horas, por eso vine a verte. Quería despedirme. Me voy a tener que quedar varios días, tal vez toda la semana. Me gustaría que vengas conmigo.

-No puedo. Me encantaría, pero esta semana...

-Lo sé. Lo conversé con mi papá y me dijo que tienen una semana complicada ustedes también.

-Sabes que te voy a extrañar muchísimo -dijo ella pegándose a su pecho, no le gustaba demasiado la idea de no verlo por unos días. A Santiago ese gesto le llegó al alma. Era tan sensual y atrevida como dulce y cariñosa. Esa ambigüedad era lo que más lo atrapaba. Su niña mujer lo enloquecía.

- Yo también te voy a extrañar muchísimo. Se me va a hacer eterna esta semana.

-Ni que lo digas, ya te extraño y todavía no te fuiste. -Acarició su pelo soltándolo de su cola de caballo y permanecieron abrazados un rato en silencio. Sofia nunca imaginó que los abrazos eternos y silenciosos podían derretirla de la forma que lo hacían. Ese hombre podía con ella. No solo la ponía a arder de deseo, sino que le regalaba momentos como ese de pura ternura.

-Tomate estos días para prepararte, Sofía, porque vamos a tener que terminar con el temita inconcluso de pasar la noche juntos. -Necesitaba romper el ambiente porque nunca tendría ganas de despegarse de su tibio cuerpo.

No me alcanzó con mirarte (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora