No me alcanzó con mirarte (Completa)

Parte 26 - CAPITULO FINAL

Hoy si cumplo mi palabra y les dejo el final de la historia de Sofia y Santiago. espero hayan disfrutado de leerla como yo de escrtibirla...muchas gracias por leerme...

Si les gustó esta historia las invito a leer mas, tengo varias en mi perfil...

Saludos.

Por fin llegaba el ansiado viernes para descansar, pero como todo viernes surgían imprevistos y llamados de último momento y todo se trasformaba en caos, hasta la tarde, en que se hacía la paz y duraba hasta el lunes.

-Voy a ver a Paula, me doy una ducha y te paso a buscar para ir a cenar -dijo Santiago, cuando la despedía por la tarde, después de la jornada de trabajo.

-Okey, te espero en casa, después podemos organizar algo para hacer con los chicos, ¿no? – preguntó Sofia en broma, sabía la respuesta.

-No, de ninguna manera –le respondió abrazándola fuertemente. –Hoy no te salvas de mí.

Sofía le sonrió, no tenía otros planes más que estar con él, quería recuperar los días perdidos y entregarle todo su amor, completo solo faltaba que él tuviese su cuerpo y ese era el día.

Era absolutamente consciente de que por fin conocería su cuerpo, sin esos elegantes trajes de por medio y sentiría otra vez sus manos fuertes acariciándola. Inevitablemente su mente vagó por la increíble sensación de quemarse por dentro que había sentido con sus manos y sabía que había más, que eso no era todo, solo había sido una pequeña muestra de lo que haría con ella y con su cuerpo. El solo pensarlo la excitó y emitió un suspiro. Necesitaba que llegue la noche, necesitaba ese hombre dentro de ella con urgencia.

Se dio una larga ducha, se perfumó, se puso el conjunto de camisa y pantalón que se había puesto el día en que Romina la había dejado esperando, el mismo día que había descubierto en su jefe una linda persona. Sabía que a él le gustaba, se lo había contado, conocía su secreto. También sabía que la había mirado de arriba a abajo y de espaldas cuando había ido a buscar algo a la cocina, sabía del deseo que había sentido de tocarla ese día y era el mismo que ella había sentido de besarlo.

Sumida en sus pensamientos calientes oyó el teléfono.

-Hola, linda. Estoy volviendo a casa, me ducho y salgo para allá.

- No hay apuro yo me estoy cambiando. Te espero.

Calculó que tendría el tiempo perfecto para sorprenderlo Se tomó un taxi y se fue a su departamento, no podía más. No tenía ganas de esperarlo, ni de ir a ningún restaurante. Solo tenía ganas de estar con su hombre, enredados en una cama ardiendo de pasión, nada le importaba más en ese momento.

El timbre sonó varias veces en casa de Santiago, ella imaginó que aun estaría en la ducha por lo que se armó de paciencia. Hasta que por fin le abrió esa puerta dejándola alucinada, estaba aun con el cabello mojado, recién afeitado y solo con un pantalón de jean, descalzo y sin remera.

Abrió la puerta alterado por tanto timbre y se sobresaltó a verla a Sofia.

-Hey, hola, ¿qué haces acá? -Se sonrió al notar su ropa, aun recordaba en las fotos de su memoria ese conjunto con el que la había descubierto tan ardiente, su mirada lo apabullaba, algo traía esa mujer entre manos, y sabía que fuese lo que fuese le gustaría. –Estás muy linda con ese pantalón –dijo recorriéndola con la mirada.

Sofía lo descubrió tan sexi. "¡Dios mío es tan hermoso, tan hombre, tan, tan...!" pensó al verlo semidesnudo y aun con el cabello mojado. Sentía que no podría haber llegado en mejor momento. Por fin veía su cuerpo, el que tanto quería ver y lo acariciaría, como tantas veces había soñado. Lo que veía la seducía, le gustaba, la excitaba.