Daddy issue

séptimo deseo

Los días habían Sido difíciles para serena, lidiar con la ausencia del ser que se ama nunca es fácil, se sentía sola y vacía, lo extrañaba al punto del dolor y más de una vez se contuvo de enviarle un mensaje por el simple de hecho que no sabía si estaba en turno o en guardia.

Debía reconocer que desde que no tenía la ayuda del hombre mayor para estudiar sus notas iban decayendo, ya no estaba tan segura si esa carrera era la correcta, cuando desde niña pensó que ser médico era lo más cercano a un super héroe.

¿Como un hombre podía ponerla a dudar de todo?.

Por qué realmente ella ya ni si quiera estaba segura de seguir en Japón, se sentía perdida y desolada, solo estába esperando terminar el último semestre universitario y tomar decisiones.

A su grupo de amigas se habían unido otras, una chica prodigio llamada Amy, una francesa más que extrovertida llamada Mina, y Lita una nativa que había llegado a poner orden a sus locas cabezas.

Pero aunque se esforzaba en disfrutar los pequeños detalles de la vida, la punzada de dolor permanecía ahí en su pecho, había caído profundo por el hombre y estaba conciente que ese dolor había llegado para instalarse sin fecha de partida y a ella solo le quedaba enfrentarlo de cara al sol.

Cómo justo ahora que sus amigas entraban detrás de ella a su apartamento, cada una acomodándose como se había vuelto costumbre, la rubia solo suspiró y dejó su mochila en algún lugar de la sala pasando de largo a su habitación para ponerse más cómoda.

Rei la siguió, había pasado al rededor de diez días que no recibía la visita de sus amigas, pero no podía posponerlo más, siempre se había dicho a si misma que la vida continúa y eso estaba haciendo, aunque la mitad de su vida se había ido esa mañana con el hombre que había vuelto su mundo de cabeza. Y aún si le preguntaba si se arrepentía.

La respuesta sería jodidamente no.

--Sere, te noto decaída desde hace un tiempo, no estás en clases aunque estés ahí sentada y estás más pálida que nunca ¿Estás bien?.

--Ya te dije que estoy bien, solo estoy algo cansada de todo, pero pasará pronto, todos pasamos por eso-- le regaló una sonrisa tranquilizadora a su mejor amiga y empezó a despojarse de sus prendas cambiandolas por unas de estar en casa, la pelinegra rodeó la habitación hasta que sus ojos cayeron en un punto fijo.

Sobre el girasol de que ahora solo quedaban pétalos machitos y opacos, y la nota que aún no se atrevía a tirar o conservar.

--¿Qué es esto?-- Rei levantó la leyendola en voz alta, gracias a Dios el rostro de serena no estaba a su vista por qué hubiera notado el dolor reflejado en su cara al escuchar nuevamente esas palabras. --¿Quién es D.B.? Esta letra podría jurar que es de mi padre, serena-- Se giró sobre sus talones para enfrentar a su mejor amiga que la miraba sorprendída. --¿De dónde salió esto?.

--No te lo dije pero intenté salir con alguien, solo que peló el cobre muy temprano y me mandó esta nota pidiendo perdón, nunca te dije por qué no pasó de una cita o dos, se llamaba Damian Brown-- habló nerviosa quitándole la tarjeta de las manos a su mejor amiga y arrojándola al cesto de la basura junto con el rastrojo del girasol.

Aparentemente Rei quedó sorprendida y rápidamente salieron a la sala junto con las demás chicas para pasar la tarde entre risas, pizza y otras cosas.

--Oye Rei, conocí a tu padre el día que fue a recogerte a la universidad, es todo un espécimen, dime qué es padre soltero y iré por el de inmediato-- . Mina salió diciendo estas cosas de la nada pero para serena no quedaron en saco roto sus palabras y un constante pensamiento llegó de vuelta a su cabeza.