Mi novia se convirtió en la emperatriz del mundo

Capítulo 73 El exilio

-¡Qué gran día! (Eilek)

Al despertar pude sentir mi cuerpo cargado de energía, estiré mis extremidades y unos momentos después me levanté de la cama, no sentía el mismo nivel de energía y euforia que ayer pero seguía sintiéndome genial

Al terminar de estirarme note como todas veían con gran atención cada movimiento que hacía, esa vista era algo inusual de modo que pregunté el motivo detrás de ello

-¿Ocurre algo? (Eilek)

-No es nada amo, solo que... ¿se siente bien? (Guardia 1)

-No me duele nada si es lo que preguntan y de hecho me siento bastante bien, ¿por qué? (Eilek)

-Por nada, solo curiosidad (Guardia 1)

Nos levantamos y procedimos a ir a desayunar, como de costumbre el comedor se encontraba bastante vivo y al llegar a mi lugar Eiris estaba preparada con mi comida nuevamente elaborada con las verduras que les di el día de ayer

-¿Que sucede Eiris? (Eilek)

-¿Se encuentra bien amo? (Eiris)

-Creo que tengo un deja vu (Eilek)

Pude sentir la mirada de Eiris por un tiempo prolongado, no obstante una vez que confirmó que no había mentido sobre mi condición su preocupación se desvaneció, fuera de esa pregunta todo transcurrió sin problemas

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-Abby (Eilek)

-Que desea jefe (Abby)

-¿Cómo está tu agenda el día de hoy? (Eilek)

-Es una carga estándar de modo que el día de hoy no está saturada (Abby)

-¿Enserio?, le pediré a Alesia que te ayude con algunas cargas, ¿de modo que podrías liberar esta tarde? (Eilek)

-Como ordene, ¿pero para que sería? (Abby)

-Para salir juntos (Eilek)

Al escuchar mis palabras Abby extendió sus alas agitándolas en señal de felicidad, su expresión me pareció adorable y casi por reflejo me moví para acariciar su cabello, ella era más alta que yo de modo que levante bastante mi brazo para alcanzar su cabeza, no obstante a mitad del camino ella se inclinó hasta llegar a una altura inferior a la mía

Con sus ojos cerrados y su cabeza inclinada en mi dirección comencé a acariciarla con suavidad, ver sus alas agitarse me hizo querer continuar de manera indefinida

Poco antes del atardecer Abby y yo tomamos la carreta y nos dirigimos rumbo al edificio granja que había visitado ayer

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-Así que esas son las famosas granjas de la capital, son enormes (Abby)

-A pesar de ser mi segunda vez viéndolas opino lo mismo (Eilek)

Los 2 veíamos con grandes ojos las enormes granjas mientras entrábamos a uno de los estacionamientos, me hubiera gustado ir directamente con la carreta hasta la cima no obstante al recordar el letrero sobre los horarios supuse que ir con Ehécatl causaría problemas de modo que abandoné la idea

-Ahora volvemos Ehécatl (Eilek)

Con un movimiento de cabeza Ehécatl confirmó mi orden procediendo a acurrucarse en su lugar designado esperando a nuestro arribo

Al momento de ir subiendo noté como muchas hadas y espíritus descendían con un poco de prisa, algunas tenían rostros felices y otras expresiones de odio