Mi novia se convirtió en la emperatriz del mundo

Capítulo 32 Obtención de fondos

Con mapa en mano avanzamos por la ciudad, cuando llegamos por primera vez con la caravana tomamos rutas principales de alta densidad y entorno a ellas la cantidad de edificios era abundante tanto en número como en tamaño, pero la ruta que tomamos ahora fue diferente

Estábamos caminando por los distritos de densidad media, en ellos la altura de los edificios era bastante reducida con un promedio de 3 o 4 pisos por edificio y esporádicamente algunos de 5, los carruajes pasaban frecuentemente pero el número de peatones era muy superior, esta cantidad de personas se debió a que acabábamos de entrar en un mercado

4 grandes edificios con aspecto de naves industriales estaban alineados sobre la carretera por la que caminábamos, no entramos en el mercado pero era apreciable la gran cantidad de personas y productos que se compraban y vendían

Una sección de la última nave correspondía a la sección de comida en donde muchos establecimientos tenían sus sillas afuera para los clientes, pero no era comida lo único que vendían, el alcohol fluía en algunos lugares y algunos de sus clientes ya estaban en inicios de un estado de ebriedad

Entre ellos destacaba un grupo de 4 hombres, uno no debía juzgar un libro por su portada pero era difícil verlos y no pensar que estaban relacionados con actos ilícitos o violentos, y de hecho si uno pensara eso daría completamente en el blanco

-Oigan, vean eso

Uno de los hombres señaló en cierta dirección y tras un poco de búsqueda encontraron lo que señalaba su compañero, un grupo de 4 viajeros integrado por un hombre y 3 mujeres

Al ver a las mujeres todos quedaron fascinados por su belleza y de inmediato su mente se movió a idear un plan para apartar al hombre de las jóvenes y con una sonrisa vil todos se prepararon para seguirles el paso, apenas pusieron un pie en el suelo cayeron sin piedad

Los otros clientes se burlaron de ellos al pensar que ya estaban borrachos y cualquiera pudo pensar lo mismo, intentaron ponerse de pie pero el resultado fue el mismo, cayeron y un fuerte dolor invadió sus talones provocando que gritaran a todo pulmón

Para el ojo aficionado solo se habían caído y posiblemente roto algo, pero un análisis minucioso revelaría un agujero tan delgado como una aguja atravesando por completo sus talones destruyendo por completo sus pies y perdiendo para siempre la capacidad para caminar, y en la azotea de un edificio no muy lejano, un brazo soltando electricidad se alejó lentamente

-¿Oyeron algo?

-Yo no oí nada, y ustedes

-No, nada

Me pareció escuchar algunos gritos pero debido al ruidoso mercado puede que fuera solo mi imaginación, y dejando ese pensamiento a un lado continuamos caminando, me hubiera gustado comer en alguno de esos puestos pero ahora solo teníamos esa moneda y no creí que fuera algo fácil de usar

El sol ya casi estaba en la cima cuando llegamos a nuestro destino, se trataba de una calle sencilla llena de pequeñas mansiones, adjuntas a ellas había oficinas por lo que creí que usaban sus hogares como su sede

A las afueras de algunas oficinas había personas con ropas simples cargando objetos que lucían un poco valiosos, tal vez se trataran de alguna reliquia familiar, empezamos a ver los diversos lugares pero todos tenían por lo menos una o dos personas esperando

-¿Qué le parece ese?

Levantando levemente su dedo Anastasia señaló la mansión más pequeña de la calle, no había ninguna persona en su entrada y de hecho la misma casa lucía un poco vieja, estaba bien cuidada pero al parecer no había recibido una renovación en mucho tiempo