Capítulo 10 El Barón y los dragones de tierra

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La caravana de escolta tenía a casi 5000 integrantes y debido a la magnitud de su número evitaron entrar en las ciudades pero eso no significó que no se sumaran más a su grupo, 200 miembros nuevo se había agregado haciendo la columna aún más larga

Al frente de la escolta estaban las 3 guardias de la fiesta, su deseo competitivo aún no había desaparecido por completo y debido a ello avanzaron por delante buscando algo que podría interrumpir su avance y al parecer lo habían encontrado

Con una serie de señas informaron a la caravana que se desviarían, frenaron sus monturas y tomaron su forma de gigante para correr a su destino, un pequeño bosque se interpuso entre ellas pero rápidamente saltaron sobre el llegando a un claro que era su objetivo

En el claro de mas de 300 metros había un ejército luchando pero ellos no eran su objetivo sino sus oponentes, varios dragones de tierra

El barón boclock era un noble de una ciudad de tamaño de pequeña a mediana escala, su número de pobladores no justificaba la colocación de un cristal de recarga de mana pero como compensación tenían prioridad al momento de cargar sus herramientas mágicas.

Para asegurar los caminos por los que recorrían las carretas, frecuentemente todos los nobles patrullaban sus caminos limpiándolos de amenazas como depredadores o ladrones y cumpliendo con ese deber el Barón marchó junto con su ejército

Las misiones eran sencillas, algunos lobos o bandidos renegados pero en ese día se encontraron con algo para lo que no estaba preparados.

En una zona interior del bosque un lobo descuidadamente atrajo la atención de una manada de dragones quienes no toleraron su presencia y rápidamente lo persiguieron sacándolo de su territorio y llegando al borde del territorio del Barón

Era un ejercicio de rutina por lo que creyó que 100 soldados serían demasiado, al ver a un lobo ordenó a sus hombres atraerlo a un claro para encargarse de el en ese lugar y como estuvo planeado rápidamente lo mataron

-Eso fue muy fácil, ¿no le parecía extraño?

-Sí, estaba bastante cansado, era como si corriera de algo

Solo unos segundos después el aire se estremeció y 6 dragones de tierra aparecieron delante del grupo, todos se quedaron congelados ante lo que había aparecido delante de ellos

-Sepárense, no dejen que los encuentre en grupo

El barón dio sus órdenes y rápidamente todo se dispersaron, los dragones de tierra eran lentos al girar permitiendo evitar algunos de sus ataques pero solo podían hacer eso, ninguna de sus armas podían dañarlo y no llevaban consigo armas mágicas

Si intentaban huir hacia la ciudad solo había 2 opciones, o serian aplastados por ellos quienes en carrera recta eran más veloces o los llevarían hasta la ciudad donde podrían causar enormes destrozos e inclusive poner en riesgo a todas las personas de la ciudad

En ese sentido esa opción estaba completamente descartada y solo había una opción, el devolverlos a su territorio a costa de la muerte de algunos de sus hombres.

Con flechas y lanzas los soldados del barón trataron de atraer su atención pero no parecía tener efecto, en su lugar los dragones comenzaron a irritarse agitando el suelo lanzando piedras y escombros a todos lados.

Lo que para los dragones eran granos para los soldados eran enormes piedras que les fracturaron huesos de las manos, piernas o cualquier punto del cuerpo donde hubieran sido alcanzados.

El número de heridos superó las 3 docenas y era imposible el tratar de curarlos con sus herramientas mágicas, pero si los dejaban donde estaban serian asesinados por los dragones

Mi novia se convirtió en la emperatriz del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora