Capítulo 19 Cena bajo las estrellas

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Bajo el suave ruido de la lluvia Aurora recordó lo que había ocurrido desde que llego a este mundo, con nostalgia uso la técnica para detectar mana, hacía mucho que no medía su mana y con curiosidad lo lanzó, comenzó a contar los 0 pero al perder la cuenta luego del 0 numero 15 lo dejo.

Al parecer Aurora se había perdido en sus pensamientos ya que una sirvienta de 200 metros entro para notificarle que la cena estaría lista pronto

En otra parte del palacio Eilek estaba siendo escoltado por la fuerza de 5000 guardias imperiales encabezada por la Eiris de 200 metros

-Eiris

-Que desea, amo

Al decir la palabra amo ella lucía extremadamente feliz, pero ignoré eso por el momento

-¿Puedes crecer hasta los 200 metros?

-Así es, todas las guardias imperiales podemos

-¿Entonces porque se limitaban a los 40 metros?

-¿Dice que prefiere vernos de 200 metros?

Cerrando un poco sus ojos dándoles forma de rejillas y con una sonrisa pícara Eiris me pregunto, no podía negar eso y trate de alejar esos pensamientos, con una risa hermosa Eiris parecía darse cuenta de mi debate por lo que respondió rápidamente

-Somos capaces de permanecer de manera indefinida de 40 metros, de quererlo podríamos vivir toda nuestra vida de ese tamaño, por otro lado la cantidad de mana consumida aumenta entre más crecemos.

-¿¡Entonces te estas sobre exigiendo!?

-Me alegra que se preocupe por mí, amo, pero no es necesario, en esta forma me cansare luego de 2 días de uso continuo por lo que incluso un par de horas no será problema

Su segunda parte la dijo de una manera seductora y casi de manera inconsciente imagine algo indecente

-Por favor no se olvide de nosotras en su fantasía

Al escuchar eso voltea a ver a las 2 sirvientas que me flanqueaban, ellas tenían una sonrisa pícara como la de Eiris y con la cara roja asentí, agite mi cabeza y pregunte por nuestro destino

-Por cierto, hacia donde nos dirigimos

-Estamos camino al ala este del palacio, ese será su dormitorio por este día y mañana lo llevaremos a su residencia permanente

Quería preguntar más pero al parecer el tiempo había terminado, las sirvientas a mi lado se acercaron al borde y sin dudas saltaron desde algo que no sería otra cosa que un precipicio de casi 200 metros, a los pocos segundos 2 gigantas de 200 metros se colocaron a los lados de la base y comenzaron a bajarla con sumo cuidado

Las 3 redujeron su tamaño y encabezaron el avance abriendo unas enormes puertas de 5 metros de altura, delante de nosotros se extendió un enorme pasillo lleno de sirvientas con la cabeza inclinada

Mientras caminábamos pude notar que el sonido de la marcha se debilitaba, con curiosidad voltea a ver solo para encontrar únicamente a las otras sirvientas y las guardias que me acompañaron en el carruaje

2 sirvientas al lado de la puerta procedieron a abrir las puertas dobles dejando ver una enorme habitación, parecía más una mansión que una habitación, incluso pude ver una piscina y una biblioteca

-Estaremos a sus órdenes para lo que desee

Con esas palabras la sirvienta cerró las puertas, estaba un poco cansado mentalmente así que me senté en un sofá bastante amplio y comencé a reflexionar todo lo ocurrido, pero no era capaz de acumular mi atención, pude ver lo que solo podía ser descrito como un escenario

Mi novia se convirtió en la emperatriz del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora