Capítulo 115 La fiesta antes de partir

199 19 19
                                    


Después de que el ejército que vino en ayuda del pueblo se retirara la calma no regresó al pueblo debido a cierto evento

Como compensación por el día de ayer decidí que nos quedaríamos el resto del día para que las hadas jugaran en un bosque no muy lejano, no era tan grande como uno hubiera deseado pero si consideraban que el tiempo que podrían usar era muy superior el defecto del tamaño se contrarrestaba

Al escuchar que nos quedaríamos otra noche el jefe del pueblo reunió a todos los aldeanos para preparar una fiesta en agradecimiento y gracias a los ayudantes que participaron en la cocina con las ángeles se encontraban al tanto de las cantidades de comida que ingerían las einherjer

Ante la perspectiva de que esta fiesta pudiera dejarlos sin alimentos hablé con el jefe de la aldea y como respuesta me contó que no había necesidad de preocuparme

Los grauns siempre se movían como un solo grupo o 2 bastante cercanos uno del otro, esto provoco que se movieran a una velocidad lenta y tras su encuentro los aldeanos rápidamente cosecharon lo que pudieron de sus campos antes de que fueran destruidos por los grauns

Ya que estaban preparándose para un asedio la abundancia de alimentos era esencial llenando sus bodegas y tras finalizar dicha situación, si bien podrían vender sus excedentes en la ciudad o almacenarlos, ya que se trataba de una situación especial optaron por usarlos pensando en ellos como si hubieran sido utilizados para ese asedio que nunca ocurrió

A pesar de que con su explicación trató de tranquilizarme impuse algo de fuerza y le compré los alimentos a precio de costo, de esa forma me tranquilizaría un poco y el daría su fiesta sin problemas, al ver que no pensaba moverme de esa posición el jefe del pueblo aceptó de manera sumisa

Los grauns sin duda habrían ahuyentado a todos los animales a la redonda o se los habrían comido y tras su aniquilación esta zona era bastante segura por ahora lo que permitió que la agenda de seguridad se relajara, dejando la seguridad solo a algunos miembros mientras las demás salían a divertirse

****

Esa noche se llevó a cabo la fiesta donde todo el pueblo fue invitado, las mesas se podían contar por docenas y todas se podían ver llenas de comida e invitados

Las mesas donde se sentaron las einherjer eran las más activas, trayendo comida y bebida sin fin, otro punto donde la actividad se concentró fue en nuestra mesa donde los aldeanos nos ofrecían sus mejores platos y llenaban nuestros vasos con alegría

El licor artesanal de los aldeanos parecía ser del agrado de Aurora quien siempre mantuvo su vaso extendido haciendo fluir las jarras con el alcohol a una gran velocidad

Un poco lejos de nosotros se hallaba un grupo de hombres ablando entre ellos con caras preocupadas como si algo les molestara

Dado que destacaban no pude evitar mirar en su dirección notando como una mujer corría hacia el grupo llena de pánico, una vez llegó al grupo comenzó a hablar con uno de los hombres lo que provoco que este gritara y saliera corriendo en la dirección de donde la mujer había llegado

Este acto no pasó desapercibido provocando que la fiesta se congelara, ante este silencio no pude evitar preguntarle al jefe del pueblo, el cual tenía una jarra en la mano llenando el vaso de Aurora

-¿Ocurre algo? (Eilek)

-Debe ser Elizabeth (Jefe del pueblo)

-¿Quién es ella? (Eilek)

-Es la hija de Dreck y Julia, los 2 aldeanos que viste correr en pánico, está enferma y parece que sufrió una recaída (Jefe del pueblo)

-¿Está enferma?, de casualidad Zulk no tenía medicamentos para tratarla (Eilek)

Mi novia se convirtió en la emperatriz del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora