Secreto [Lᥙᥴᥲs Mᥲrtιᥒᥱz Qᥙᥲrtᥲ]

04

Hoy es viernes pero el cuerpo claramente no lo sabe, porque tengo que trabajar como esclava.

Llegue al laburo y al entrar fui para el salón de siempre dónde me encontré con Rubén esperándome con una taza de café.

—Hola, buen dia— lo saludé con un beso en la mejilla.

—Buen dia nena— sonríe.

—¿Todo bien?

—Por ahora tranqui— me pasa la taza— Veremos más tarde.

—Uff..

—¿Vos todo bien?

—Bien, pero mi día depende bastante de como salga de acá.

—Si, ojalá lo terminemos bien.

—¿Podemos empezar ya?— pregunto Clarisa— Tengo que salir temprano de acá, no tengo todo tiempo del mundo.

Mire a Rubén levantando las cejas y él me miró de igual manera.

—Hola Clarisa, nosostros bien ¿Vos?— dije y Rubén se río— Si podemos empezar, ¿Pero no tenes que cambiarte primero?

Le hable con un tono bastante del orto, no sé que se piensa está.

Ella se dió media vuelta y se fue para el lado de los camarines.

—Cada vez la soporto menos— dije agarrando mi bolso.

—Es irritable— contesto Rubén— Igual está alteradita porque Beatrice la cago a pedo.

—¿Posta?

—Si, yo no estaba pero por lo que me contaron..

—Ciertoo, que las paredes hablan acá.

—Si..— reímos— La va a rajar, le dijo que una cagada más que se mande y que se olvide de volver a pisar este lugar.

—Uy, encima tiene carácter especial la jefa.

—No veo la hora de que la raje, mira que no soy malo, no dejaría a nadie sin trabajo pero esta yegua lo merece.

Lo mire asistiendo con la cabeza, porque la verdad sinceramente yo también lo haría.

Prepare todo para que la "lady" no se queje de nada, y espere como quince minutos de más hasta que ella ya tuvo lista.

—Iluminación— le dije a Rubén que asintió y prendió un reflector.

—Dije que este sillón es viejo, no lo podemos usar— se quejo mirando el sillón con cara de asco.

—No es viejo, Beatrice dió la orden que se use ese— le contesté.

—Pero ella no está ahora, no me pienso sentar ahí.

—Clarisa por favor, necesitamos que hagas lo que dijo Bea— hablo Ramiro uno de los organizadores.

—No.

Suspire fuerte y mire a Rubén que puso los ojos en blanco.

—Bueno, entonces espera que me comunique con ella y vemos que hacemos— conteste sacando mi celular.

—Siempre dice que hay que hacer que la modelo, o sea yo, se sienta cómoda— dijo Clarisa pero la ignore completamente.

—Podemos seguir con otra modelo mientras— escuché que dijo Ramiro y vi como Clarisa se iba para el camarín.

Llame a Beatrice sabiendo que se iba a calentar porque odia que pasen estás cosas pero bueno, ella siempre me dijo que yo tenía que decirle cuando algo pasaba, y nada..acá estamos.