Secreto [Lᥙᥴᥲs Mᥲrtιᥒᥱz Qᥙᥲrtᥲ]

08

Me termine de cambiar y me maquille un poco porque tengo una cara de muerta que da miedo.

—¿Vos no pensas moverte de ahí?— mire por el espejo a mi amiga, que esta tirada como una estrella de mar en mi cama.

—Mmm no, estoy bastante cómoda— dijo Sofia sin sacar la vista de su celular.

—Si, disfruta vos qué podés..

—Ya te dije, avisa que te sentís mal y listo.

—No, voy a quedar rre forra. Los ayude y les dije que iba a ir, así que tengo que hacerlo.

—Entonces maquíllate bien porque tenés las ojeras por el piso.

—Gracias amiga por recordarme que estoy echa un asco— puse los ojos en blanco.

—Tonta.

—Ayúdame.

Le estire la brocha y ella se paró para maquillarme. La quiero.

Resulta que ahora en un rato tengo el cumpleaños de Mía, mi mamá con su marido ya se fueron y yo como me estaba bañando para bajarme un toque la fiebre, les dije que iba después. De muy buenas ganas me hubiese quedado acostada porque me duele todo el cuerpo pero..nada, como dije quedaría rre basura si no voy, aparte que no me quiero bancar a mi mamá rompiéndome las bolas porque no fui.

—Ni se te ocurra tomar birra, ya te conozco a vos— me miro.

—No, soy tonta así no más imagínate si le mando alcohol después de las pastillas..

—Si, no te aguantaría nadie— le pegue un leve codazo y ella se rió— Bueno, ya estás. Bella bella.

—Graciass..

Me estaba cambiando cuando me suena el celular, mi mamá me llamaba para apurarme no más.

Pesada.

—¿De que te reís vos?— mire a Sofia.

—Nada nada, es que.. no tenes energía ni para cambiarte amiga, te la pusiste al reves— se rio apuntandome la camiseta.

—Uh la puta madre— me queje y volví a ponerme bien la porquería esa.

—Menos mal que te llevo yo y no tenes que manejar.

—No ni lo digas, terminaría mal.

—Dame que te guardo eso— dijo apuntandome los pañuelitos.

—La concha de la lora— dije haciendo una mueca porque tengo el estornudo ahí pero no puedo estornudar.

—Uh lejitos— me hizo señas con la mano.

—Anda estúpida.. guárdame el cable en el bolso porfa— dije apuntado el bolso que tengo arriba de la cama donde está la cámara.

Me estoy engripando la puta madre, eso me pasa por andar desabrigada y por salir cuando llueve.

Una vez que termine y estuve lista, agarre mi campera y la cartera metiendo mi celular adentro y salimos de casa. Me asegure que quede todo cerrado bien y luego nos subimos al auto.

Le prendí la calefacción enseguida porque estoy cagada de frío, vivo con los pies helados.

—Salud— dijo riéndose cuando volví a estornudar.

Ya perdí la cuenta de la cantidad de pañuelitos que gaste entre ayer y hoy, se me va el sueldo..

—¿Cada cuánto era la porquería está?— dije mostrándole la tabletita de pastillas.

—Cada seis.

—¿No sé puede más ante?

—No seas estúpida— me miró.