Cry For Me ●KookGi●

CAPÍTULO 11

Una semana había transcurrido desde que regresamos del viaje. JungKook se ha mantenido enviándome mensajes con relativa frecuencia, pero siempre tenía una excusa para no verme, realmente yo sabía a quien prefería ver y en este punto, ya casi no me dolía. Aún estaba esa pequeña espinita en mi pecho que no me permitía dejar ir el dolor por completo, pero ya no me afectaba tanto.

SeolHyun me envió una fotografía hace un par de días, donde podía verla sonriendo junto a la pantalla de su computadora donde se podía ver que había aprobado la materia para la que supuestamente había estudiado tanto. Algo me decía que nada tuvo que ver con su esfuerzo en estudios, sino más bien con las conexiones de sus padres. Sin embargo, como el buen amigo que se suponía que era, le envié un largo mensaje felicitándola. Una parte de mí, aun esperaba que con las palabras que no dejaban ver más que el "afecto" que le tenía, se sintiera por lo menos un poco mal, pero después regresaba a la realidad de que ella estaba lejos de ser la persona que creí y por supuesto, no iba a sentir remordimiento.

Miré la repisa de la cocina donde acababa de acomodar los vasos que había lavado y secado hace poco, mientras estábamos en clase, una vez a la semana, aunque el departamento no estuviera sucio, yo limpiaba, pero ahora estando de vacaciones, lo hacía mucho más seguido, en especial porque al pasar más tiempo en casa, ensuciaba más, eso, sumado a las constantes visitas de los chicos. Mis amigos habían venido casi todos los días, tenía la sensación de que no querían dejarme solo, no sé si pensaban que iba a volver a entrar en un estado como en el que me encontraron hace ya unas semanas, o si solo querían pasar más tiempo conmigo, de cualquier manera, estaba muy agradecido.

Pasé mi mirada por cada uno de los sitios de la pequeña cocina, y sonreí complacido viendo que estaba todo en orden y limpio, ahora podría ir a tomar una ducha y después ver una película, a quien engañaba, probablemente me quedaría dormido en medio de la película. Sonaba como un buen plan para mí.

Me acerqué al mesón donde había dejado mi celular. La música que había estado haciéndome compañía mientras limpiaba, había dejado de sonar hace ya un rato. Lo tomé para ver la hora, era algo que había agarrado como hábito, ver cuanto tiempo había tardado en dejar reluciente el departamento. No sabía por qué lo hacía, no estaba compitiendo con nadie más que conmigo mismo, tal vez, pero me hacía feliz ver que cada vez era más rápido.

Antes de que pudiera ver cuanto había tardado, mi mirada se posó en la notificación que anunciaba que tenía tres llamadas perdidas. Lo había dejado en silencio desde hace unos cuantos días atrás, porque en ocasiones los chicos me llamaban durante la madrugada, solo por el placer de molestarme y no quería que interrumpieran mi placido sueño.

Desbloquee el celular para poder ver el número que había aparecido como "desconocido". Frunciendo el ceño traté de hacer memoria, se me hacía conocido, pero no lograba recordar de quien podría tratarse.

En ese momento la pantalla cambió, permitiéndome ver que estaba recibiendo una llamada, del mismo número anterior. Solía ser muy paranoico con aquello de responder a número desconocidos, pero siendo que ese número no parecía ser del todo extraño, decidí atender.

–¿Hola?– dije, mi voz era algo dubitativa.

–YoonGi, querido– una suave voz se escuchó del otro lado de la línea. Mi corazón que hasta ese momento estaba latiendo con algo de prisa, volvió a hacerlo con normalidad.

Una sonrisa se instaló en mis labios al reconocer la dulce voz de la mujer.

–Señora Jeon– respondí, mis palabras siendo mucho más seguras y con un tono cariñoso.

–SunMi, YoonGi, ya hemos hablado de esto– reprochó la mujer, sin que la dulzura abandonara su voz.

–Cierto, ¿A qué debo su llamada?