Luego de la muerte de sus padres, Xiao Zhan queda solo en el mundo y con muchas deudas encima, teniendo como consecuencia vagar por las calles, hasta que recibe una propuesta que no podrá rechazar.
Wang Yibo es el CEO de su propia empresa y la Caden...
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Al día siguiente Wang Yibo despertó abrazando a una 'almohada' según él.
Al abrir sus ojos se fijó que su 'almohada' en realidad era Xiao Zhan, quien estaba cómodamente pegado a su pecho, mientras que él lo abrazaba por la cintura pegándolo más a él al punto en el que podía sentir que la parte inferior de su torso musculado tocaba el vientre abultadito de Zhan.
Se quedó observándolo sin moverse para no despertarlo, podía ver con detalle sus largas pestañas, su pequeña nariz y sus labios entreabiertos que mostraban sus dientes de conejo, en ese momento en lo único que pensó Yibo fue...
Hermosamente adorable.
Parecía ser de porcelana que al más mínimo toque podría romperse.
No estaba consciente sobre cuanto tiempo pasó admirando al doncel, pero parecía que fue el suficiente para que Zhan empiece a despertar, por lo que entró en pánico, no quería ser tomado por un pervertido o algo así, por lo que optó por fingir seguir dormido.
Al estar algo somnoliento Zhan palpó el torso de Yibo, abrió los ojos rápidamente quitando todo rastro de somnolencia, justo en ese momento cayo en cuenta que estaba acostado con Yibo.
Se sonrojó notoriamente, él había tocado sin vergüenza alguna su pecho. ¿Lo habría despertado? No quería ver su rostro para comprobarlo.
— ¿Soy demasiado hermoso que no puedes dejar de mirarme? – Yibo pregunto sin abrir sus ojos aún.
Zhan se sobresaltó por la repentina voz, no sabia en que momento había subido su mirada quedándose demasiado concentrado en admirar al hombre.
En cambio Yibo había sentido su mirada, por lo que no se resistió a hacerle una pequeña broma.
En ese momento entró Lian sin tocar o pedir permiso.
— ¿Ya despertaron? – dijo con algo de gracia en si voz.
Esta vez se sobresaltaron los dos.
— ¡Mamá!
— ¿Qué acaso dije algo malo?
— No, pero ¿Podrías tocar la puerta al menos? – Yibo dijo algo incómodo por la repentina intromisión.
— No te preocupes por esas pequeñeces niño – dijo restándole importancia a la queja de si hijo – cuando terminen su abrazo salgan, el desayuno esta listo.
Lian salió sin decir nada más, riendo para sus adentros, mientras que Zhan se separó rápidamente del brazo que tenia Yibo en si cintura.
Con algo de dificultad éste lo soltó, viendo como Zhan tomaba rápidamente lo que suponía seria ropa del armario, para dirigirse al baño.
— Ahh, ¿Por qué hice eso? Ahora pensará que me quiero propasar con él o algo así – susurró para si mismo.
