Dos semanas después, todo seguía igual. Yibo sin despertar, Zhan sin querer separarse de este.
Después de un largo tiempo Zhan despertaba rodeado por ese aroma a medicamentos, fijo su mirada en su mano entrelazada con la de Yibo. Aún nada.
Cada día esperaba poder despertar y ver de nuevo los ojos de la persona que tanto amaba siendo acompañada de su radiante sonrisa. Faltaba poco para tener a su hijo entre sus brazos y Zhan en verdad deseaba poder vivir eso junto a Yibo, quería ver la cara de felicidad de este al ver a su hijo por primera vez, pero poco a poco empezaba a creer que tal vez eso no podría pasar.
Quedaban pocos días para que Zhan finalmente cumpliera los 8 meses de embarazo, en todo ese tiempo habían ocurrido tantas cosas que simplemente no sabía que pasaría en el futuro, pero de lo que sí estaba seguro es que se aseguraría de luchar contra quien fuera necesario para mantenerse al lado de Yibo y su hijo. Cuando aquel pequeño naciera, Zhan estaba determinado a cuidarlo y darle todo su amor. No permitiría que aquel niño sea infeliz, no mientras él viva.
Su rutina diaria en aquel hospital se había vuelto aburrida, pero aún así no se alejaría quería estar cerca para cuando Yibo despierte.
En ese momento Zhan decidió dejar de tener esos pensamientos y se sentó en el sofá, tomó un libro para luego empezar a leerlo.
— Zhan... – una suave y ronca voz se escucho en la habitación.
El doncel rápidamente subió la mirada dirigiéndola hacia la camilla, era él.
Finalmente Yibo había despertado.
Se levantó rápidamente, pero se detuvo por un momento al sentir un mareo. Aún así se recupero y se acercó hacia Yibo.
— ¿Tu...? – miró a Yibo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas – ¿En verdad despertaste? No estoy soñando ¿verdad?
Yibo lo miró con dulzura y levantó su mano para acariciar suavemente su mejilla, limpiando sus lágrimas en el proceso.
— Te ves tan hermoso – sonrió suavemente, dirigió su mirada hacia el abultado vientre y lo acaricio – Nuestro hijo.
— Te extrañamos mucho Yibo – cerró sus ojos sintiéndose aliviado –¿Por qué tardaste tanto? Yo incluso creí que...
— Esta bien Zhan, ahora todo está bien. Desde ahora viviremos en paz, ya no tendrás que pasar por un momento así nunca más.
El doncel asintió y tomó asiento en una silla cercana.
— Llamaré a tu madre, descansa un poco – Yibo asintió y volvió a recostarse mientras admiraba cada detalle del rostro de Zhan.
Xiao Zhan llamó a la Señora Wang, esta al escuchar la noticia sintió que su pecho se desbordaba de emoción. Avisó a Zhan que iría inmediatamente para terminar la llamada.
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Vientre En Alquiler
RandomLuego de la muerte de sus padres, Xiao Zhan queda solo en el mundo y con muchas deudas encima, teniendo como consecuencia vagar por las calles, hasta que recibe una propuesta que no podrá rechazar. Wang Yibo es el CEO de su propia empresa y la Caden...