2. El móvil

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AVA

Mi mano tiembla pegada a mi costado. La elevo un par de veces mientras debato interiormente si es buena idea entrar en casa de los chicos después de lo ocurrido hace un par de horas o huir como hice esta mañana temprano. Pero la necesidad de recuperar mi móvil gana y toco en la puerta suplicando que sea Grayson quien me abra.

Un golpe.

Dos golpes

Tres golpes.

-Voy-se oye desde lejos y trago saliva. Es él. Rhett me abre la puerta de casa con una toalla envolviendo su cintura. Acaba de tomar una ducha, lo sé porque su pelo mojado se pega a su rostro. Sus ojos se abren de asombro cuando me ven allí-¿Qué haces aquí?

-Me dejé el móvil aquí-entro a casa empujándolo con mi cuerpo-¿Ha llegado Ezra?-pregunto volviéndome hacia él. Rhett cierra la puerta.

-No.

-Bien-murmuro y caminó hacia su habitación con Rhett pisándome los talones.

Busco el móvil en el escritorio, donde recuerdo que lo dejó la noche anterior pero ahí no está. Lo busco entre los apuntes, bajo la montaña de ropa sobre la silla e incluso debajo de la cama pero este no aparece.

-No deberías entrar en la habitación de nadie sin pedir permiso antes, ¿no crees?

-Es un poco tarde para eso, ¿no crees?-contraataco levantándome del suelo. Estaba de rodillas buscando mi móvil bajo la cama-Deberías limpiar tu habitación-sacudo mis manos-Hay más polvo aquí que en un desierto.

-No aparece que anoche te importase como estaba mi habitación.

Siento como un rubor cubre mis mejillas hasta mis orejas.

-No sé de qué hablas-me hago la loca.

-¿Estás segura?-Rhett camina hacia mi de manera burlesca. A cada paso que da yo retrocedo uno hasta que tropiezo con el escritorio y quedo atrapada entre ellos dos. Las manos de Rhett están en el escritorio a cada lado de mis caderas. A penas hay un par de centímetros entre nuestros cuerpos. Él es mucho más alto que yo y tiene que agacharse un poco para susurrar en mi oreja-Los arañazos en mi espalda no dicen lo mismo.

Su labio roza con el lóbulo de mi oreja a cada palabra que dice y siento como comienzo a temblar. Pongo las manos sobre su pecho para alejarlo de mi pero cometo un error. Su pecho se siente duro y caliente bajo mi tacto y suelto un gemido ahogado. Sus manos suben a mis caderas y las aprieta acortando la poca distancia que había entre ambos.

Tienes que salir de aquí.

Pero mi mente piensa una cosa y mi cuerpo otra. Mis manos suben hasta sus hombros donde las dejo mientras me pierdo en sus increíbles ojos verdes. Su cabello negro azabache todavía resaltan más sus increíbles ojos que me hacen recordar porque desde un primer momento acabé rendida ante él. Rhett baja un poco su rostro quedando frente al mío y corta la distancia entre ambos. Nuestros labios comienzan a rozarse y mi respiración a acelerarse. No puedo estar haciendo esto de nuevo y en menos de 24 horas pero él tiene el poder sobre mí.

-¿Hay alguien en casa?-la voz de Ezra me hace empujar a Rhett lejos de mi.

-Mierda-murmuro. Busco con la mirada la puerta de la habitación de Rhett para comprobar que está cerrada.

-Espera aquí-dice Rhett-Voy a salir. No hagas ruido.

Rhett sale de su habitación mientras yo me escondo detrás de la puerta. No es un escondite increíble pero no pienso esconderme debajo de la cama con tantas pelusas.

Amor instantáneo [Libro #2 Saga Destinos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora