Amor instantáneo [Libro #2 Saga Destinos]

31. Ha vuelto

RHETT

Embarazada. Embarazada. Embarazada.

No me puede estar pasando esto a mi. No de nuevo. Después de lo ocurrido con Ashley siempre fui muy cuidadoso y aquel despiste no lo vi como un error. Ava me prometió tomar la píldora y yo confié plenamente en ella. Sé que parte de la culpa recae en mi. Los dos fuimos partícipes por lo que ambos tenemos la culpa de lo ocurrido. Debería haberme asegurado de que ella tomó aquella pastilla antes de que todo esto ocurriese de nuevo.

No puedo parar de caminar de un lado a otro de casa dando fuertes pisadas. Los vecinos de abajo tienen que estar a punto de subir para echarme la bronca pero no me importa. Solo espero que Avery llegue pronto para poder contarle todo esto que siento. 

—Tío, ¿puedes parar de intentar hacer un agujero en el suelo? Tengo examen mañana y no me dejas estudiar—Ezra entra al salón algo malhumorado—Me parece genial que quieras hacerlo pero, ¿no puedes dejarlo para otro día? He conseguido que Luka y Avery llevaran su discusión lejos de casa por un día. Necesito que tú hagas lo mismo.

Camino de nuevo dirección al salón con mis manos unidas en la espalda dando de nuevo pisadas fuertes. No puedo evitar hacerlo.

—¿Sabes cuando volverá Avery?—le pregunto.

—No—niega—Les dije que se pasaran unas horas fuera de casa. Estaban más insoportables de lo normal. Oye tío, sé que no tenemos la misma relación que antes y toda esa mierda. ¿Pero estás bien? Tienes cara de haber visto a un muerto.

¿Estoy bien? No, no lo estoy. Como te explico que mi novia, la que era su novia, puede que esté embarazada. Que puede que sea padre por segunda vez. 

—No—admito.

Ezra se deja caer en el sofá con sus piernas abiertas y uno de sus brazos sobre la parte superior del sofá. Mira el sofá frente a mi y espera a que tome asiento.

—No creo que quieras oír esto.

—Suéltalo antes de hacer una agujero en el suelo. Entre antes lo hagas antes podré volver a estudiar.

—Es sobre Ava—aviso.

—¿Habéis discutido? Es normal. Ava suele ser una persona propensa a las riñas.

—Sí, algo de eso—murmuro—¿De verdad quieres saberlo?

—Escúpelo ya o volveré a entrar en esa habitación.

Creo que nunca he visto a Ezra interesado en alguna de las cosas que contábamos. Siempre fue Grayson el que se interesaba por mi bienestar y Ezra el que iba a su bola. Pero me sorprende escuchándome hablar sobre como puede que Ava esté embarazada y como yo tengo una hija desde los diecisiete años de la que nadie sabe a excepción de Avery. También le explico los problemas de salud de Ashley y a todas las operaciones a la que se ha sometido, los préstamos que nos ocasionó y el abandono de su madre aunque esto último en versión muy resumida. Con cada frase que suelto Ezra se incorpora más y más hasta acabar con la espalda recta y las manos sobre las rodillas. Durante todo momento Ezra ha estado con sus ojos fijos en mi escuchándome como Grayson lo haría y asintiendo cada vez que tenía que asimilar algo nuevo.

—Ahora entiendo muchas cosas—dice Ezra—¿Por qué no nos dijiste sobre Ashley?

—No quería que me juzgaseis. Ya es suficiente con que todos los habitantes de Windsor lo hagan.

—Grayson no te hubiese juzgado. Yo no te hubiese juzgado—dice exaltado—Sabes que mi familia tiene mucho dinero. Podríamos haberte ayudado con las operaciones de Ashley.