Amor instantáneo [Libro #2 Saga Destinos]

4. Noche de pizzas

AVA

Sabía que ir a cenar a casa de los chicos era una mala idea y más después de lo ocurrido la noche anterior. Ezra no paraba de insistirme y Noora se unió a él. Me excuse diciéndoles que tenía una resaca de la hostia pero ninguno parecieron captar mi indirecta. Noora había quedado con Grayson y le hacia ilusión tener una cena de parejitas en casa de los chicos. No pude negarme a su cara de bebé suplicando algo de atención. Tampoco sabía que mentira inventar nueva así que accedí suplicando que Rhett no le diera por aparecer por casa en toda la noche pero cuando llegué él estaba allí. Grayson dijo que estaba estudiando pero tanto él como yo sabíamos que lo que estaba intentando evitar era una situación incómoda. Entonces mi inteligente novio decidió que ya era hora de que Rhett saliese de su habitación creando una situación tan incómoda que era notable en tres condados más pero tanto Ezra como Noora quedaron prendidos de la horrible película que estábamos viendo e ignoraron todo lo que pasaba a su alrededor.

El salón de los chicos es amplio y dos sofá decoran el lugar. En uno de ellos están sentados Rhett, Grayson y Noora, en ese orden. En el otro estamos Ezra y yo quien está recostado con la cabeza en mis piernas. A veces siento como la mirada de Rhett cae en mi y como Grayson nos asesina con la mirada.

-Ahí están las pizzas-digo cuando escucho el timbre sonar-Voy yo-me levanto con la excusa de ir por las pizzas cuando lo que en realidad quiero es salir de aquí.

Mientras salgo del salón oigo como Grayson se ofrece a ayudarme pero Noora se niega a separarse un segundo de su novio.

-¿Ezra por qué no vas tú?-dice Noora-Ve y ayuda a tu novia.

-Estoy demasiado cansado-le oigo decir-¿Rhett por que no te comportas como el caballero que eres y sales a ayudar a mi novia?

-Deberías aprender de Rhett-escucho a Noora decir-No eres nada caballeroso con ella.

Abro la puerta y el chico de las pizzas me espera con varias cajas en sus brazos.

-Están pagadas-le digo cogiendo las pizzas.

El chico mira el recibo y asiente.

-Perfecto. Gracias por su compra.

-A ti-murmuro.

Con las cajas en mis brazos intento cerrar la puerta con uno de mis pies pero solo hago que perder el equilibro y cierro mis ojos esperando caer para acabar con todas las pizzas esparcidas por el suelo pero unas manos paran la caída.

-¿Estás bien?-Rhett pregunta sujetándome por la cintura. Mis ojos caen sobre sus manos y si me concentro todavía puedo sentir el tacto de sus dedos contra mi piel desnuda.

-Sí.

Rhett intenta coger las cajas de mis manos pero me alejo de él.

-Puedo sola-digo. Pero Rhett toma tres de las cajas y las lleva a la cocina. Sigo sus pasos esperando que alguien acuda a nosotros para no tener que pasar por una situación incómoda pero nadie aparece.

-¿Qué tal tu resaca?-pregunta Rhett de manera indiferente. Como si el hecho de que nos hubiésemos acostado no hace más de veinticuatro horas fuese inexistente para él.

-Bien-respondo secamente-¿Y la tuya?

-Nunca tuve resaca.

-Mmmm...

-¿No pensáis traer las pizzas?-grita Ezra.

-En esta casa se come en la cocina-grita Rhett de vuelta-No quiero que manches el sofá.

Escucho como Ezra y Grayson se quejan sobre el tema pero no tardan mucho en aparecer en la cocina.

-Eres peor que mi madre-dice Ezra-Se ha pasado todo el fin de semana, que si Ezra recoge esto, Ezra recojo aquello, no dejes la ropa sucia por el suelo... Insoportable.