Amor instantáneo [Libro #2 Saga Destinos]

30. ¿Embarazada?

AVA

No me puede estar pasando esto. Miro el calendario y cuento los días de nuevo deslizando el dedo sobre la pantalla del móvil. Han pasado casi cuarenta días desde la última vez. Justamente antes de que comenzase con Rhett. Exactamente, la semana antes de que lo hiciésemos sin tomar medidas y sin yo tomar aquella pastilla que le prometí. Un nudo se forma en mi garganta. No puedo estar embarazada. Dejo el móvil en la cama y limpio el sudor que comienza a aparecer en mis manos en los pantalones. 

Rhett y yo hemos quedado a media noche. Todavía seguimos a escondidas de todos pero sé que lo sabe más gente de la que creemos. Los pasillos de esta residencia nunca están desiertos y a pesar de que Rhett siempre viene escondido tras su capucha no es muy cuidadoso con las sudaderas que elige. Miro el reloj. Casi es media noche por lo que tiene que estar al llegar. Rhett es muy puntual. 

Rhett: estoy llegando 11:54 pm

Rhett: abre 11:57 pm

Abro la puerta dejando pasar a Rhett quien se deshacer rápidamente de la capucha antes de poder cerrar la puerta y se lanza a mis labios donde deja un suave beso.

—Siento que me duele cada músculo de mi cuerpo—se deja caer hacia atrás—El entrenador nos ha obligado a hacer una hora y media más de entreno porque estábamos flojos—se burla de esta última palabra—En el entrenamiento. Nos ha dado esa horrible charla sobre...

Dejo de oír sus palabras porque en mi mente solo hay una embarazada, embarazada, embarazada. No puede ser.  Esto no puedo estar pasándome. Yo siempre fui una persona regular pero pensé que podría ser un retraso leve. Un retraso leve del que me olvidé porque estaba demasiado ocupada follando con Rhett.

—Ava—Rhett llama mia tención—¿Pasa algo? Estás muy callada desde que he entrado y eso no es normal en ti. He insultado a los águilas y ni siquiera has salido a su defensa—los águilas son el equipo de papá. A pesar de que Rhett todavía no sabe que mi papá es el entrenador de su equipo rival no puedo evitar defenderlos—Sigo sin entender porque los defiendes cuando tu novio está en el equipo rival.

—Rhett creo que estoy embarazada—las palabras salen de mi boca antes de procesar si quiera que las he pronunciado. Rhett se incorpora y puedo ver el pánico en su rostro.

—Si esto es una broma no tiene la menor gracia—suelta.

Llevo las manos a mi bajo vientre sintiendo como las lágrimas se acumulan en mis mejillas.

—Yo...—balbuceo—Siempre fui muy regular y han pasado casi cuarenta días—murmuro.

—Pero siempre hemos sido cuidadosos—dice Rhett—Excepto...—deja las palabras en el aire—Me prometiste que tomarías la pildora. No te pregunté más porque supuse que lo hiciste. ¿Por qué lo hiciste verdad?

La tensión que se acumula a nuestro alrededor es palpable. Rhett tiene sus ojos puestos en mi y mantiene su mandíbula apretada esperando una respuesta. Sé que después de esto nada va a volver a ser lo mismo pero no puedo mentirle.

—Lo siento—murmuro.

Rhett se levanta sobre saltado de la cama y comienza a dar vueltas por mi diminuta habitación. Sé que se está pensando las palabras antes de decirlas pero no puede evitar soltar la mierda sobre mi cuando la responsabilidad es de ambos.

—Me prometiste que lo harías. ¿Sabes lo jodido que sería si estás embarazada?—grita.

—Baja la voz—le pido—Pueden oírte.

—¿Sabes qué? Me da igual. Lo único que me importa es como me mentiste. ¿Por qué no lo hiciste? ¿Querías ser madre joven? ¿Qué está mal en esa cabeza tuya?