MÁS QUE ENEMIGOS © [Reescribiendo]

CAPÍTULO 06: Bailando en la Oscuridad.

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LEANDRA BROOKS:

Mientras giraba suavemente en los brazos de Kay, el mundo a mi alrededor se desvanecía en una suave neblina. La música del baile llenaba el aire con un ritmo vibrante, y no podía evitar dejarme llevar por la melodía. Cada nota parecía penetrar en mi piel, como si cada acorde estuviera diseñado específicamente para este momento. A pesar de la multitud que bailaba a nuestro alrededor, me sentía como si estuviéramos completamente solos.

Su mano estaba firmemente colocada en mi cintura, y la otra sostenía mi mano con una ternura inesperada. El contacto enviaba una oleada de calidez por mi cuerpo, y, para mi sorpresa, sentí un torbellino de emociones. No sabía si quería soltarlo, o acercarme. Podía sentir cómo su mirada se deslizaba desde mis ojos hasta mis labios, y eso me hizo asustarme. Quizás había bebido demasiado.

Mientras tanto sonaba "One of The Girls" de The Weeknd.

Me preguntaba si él podía sentir lo mismo, esa chispa que parecía vibrar en el aire entre nosotros o si solo se burlaba de mi incredulidad.

— ¿Qué estás pensando, Cherry?

Le ignoré por completo. Estaba tan sumergida en todas las sensaciones que ni me moleste en responderle. En un momento, pude oler una mezcla de su colonia y el aire fresco del baile. ¿Qué rayos me estaba pasando?

Pero, justo cuando todo parecía perfecto, una distracción se interpuso en nuestro pequeño mundo. La música se cortó de repente, y las luces titilaron, dejándonos en una penumbra incómoda. Me detuve, sintiendo cómo el aire se volvía pesado, y la burbuja que habíamos creado se desvaneció en un instante. Miré a Kay, y vi la sorpresa en su expresión. La electricidad entre nosotros, esa chispa que había sentido tan intensamente, parecía cortarse tan abruptamente como la música.

Intenté ver a mi alrededor, pero la oscuridad se apoderaba del lugar como una manta pesada. La música había desaparecido y todo lo que se escuchaba eran murmullos y susurros. Mi corazón latía descontrolado.

Esto era ridículo.

— ¡¡Aaaaaahhhhh!! Caroline y Leah, ¡¿dónde están?! — el grito lleno de pánico de mi mejor amigo resonó en la oscuridad, cortando la tensa atmósfera que nos envolvía.

Hablando de cosas ridículas.

— A tu lado, idiota. — gruñó Caroline, dándole un ligero golpe en el brazo.

— ¡Auch! — se quejó Jason desde algún rincón sombrío. Su queja, aunque comprensible, no me hizo reír.

— ¡Ups! Creo que confundí a la persona correcta. — replicó Caroline, con un tono que no podía evitar hacerme sonreír.

La oscuridad parecía cobrar vida, y en ese momento me sentí más perdida que nunca.

— ¿Pueden dejar el drama por una vez en su vida? — dijo Irene, aunque no estaba segura si se dirigía a mí o a alguien más. Con todo el lío, mi percepción se había vuelto un poco turbia. — Eso te incluye a ti también, Noah. — Su voz sonó exasperada, y casi podía imaginarla rodando los ojos en medio de la negrura.

— Esto es como en las películas de terror. — Jason continuó, su tono rebosante de dramatismo.

— Si es como en las películas donde hay un asesino en serie, ¿por qué no estamos corriendo? — interrumpí, sintiendo que mi humor sarcástico empezaba a tomar el control de la situación.

— Porque no somos tan idiotas. — La voz de Kay surgió, clara y serena, reafirmando su presencia a mi lado. Su tono era un ancla en medio de la tormenta de caos y pánico que nos rodeaba.