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Sin pensárselo dos veces Rubén corrió hacia el pueblo dejando sorprendidos a todos los presentes.

Tenía que escapar de su destinado como fuera. Esperaba que nadie le siguiera pero sabía que Miguel ahora mismo estaría persiguiéndolo.

Y así era, nada más echó a correr Miguel le siguió gritando su nombre.

Pero Rubén solo podía escuchar a su mente diciéndole que corriese más rápido.

Llegó hasta un callejón del pueblo en el que se sentó, para ese entonces las lágrimas ya corrían por sus mejillas. Se quedó sentado tratando de no hacer mucho ruido. Pero al parecer Miguel le había visto esconderse.

-¿Se puede saber porque huyes?- preguntó Miguel al llegar junto a su amigo, el cual tenía la cara escondida entre sus rodillas.

-Es el- susurró Rubén.

-¿Que?- cuestionó Miguel.

-S-samuel es mi destinado- respondió Rubén levantando la mirada, dejando ver las lágrimas en su rostro.

Miguel se acercó a él y le abrazó.

-¿Y que tiene eso de malo?- Rubén no le podía ver pero sabía que su amigo estaba sonriendo.

-Miguel me quiero ir del pueblo.

-¿¡Que!?- exclamó Miguel separándose del abrazo- ¡Eso ni en broma!

-N-no quiero que se a-acerque a mi, n-no quiero que vuelva a pasar, y-yo... - Rubén se encontraba llorando agarrándose las rodillas, estaba teniendo un ataque de pánico.

Hacía ya varios años que no tenía ninguno y Miguel nunca sabía que hacer cuando le pasaba.

-Rubén te tienes que tranquilizar- trató de calmarle Miguel- Sabes que no sé qué hacer cuando te da un ataque de ansiedad.

Pero Rubén no parecía poder tranquilizarse, tenía la respiración entrecortada y sollozaba sin escuchar las palabras de su amigo.

(...)

Por otro lado en el cartel de Karmaland aún se encontraban los héroes.

-¿Que le ha pasado?- preguntó Willy.

-Me pregunto lo mismo- susurró Luzu.

-Su amigo dijo antes de separarnos para ver el pueblo que no le gustaba mucho hablar con la gente.

-¿Estas seguro de que es eso?- preguntó Fargan.

-¿Vegetta estas bien?- preguntó Alex.

Vegetta estaba mirando un punto fijo sin decir nada, el lazo de destinados ya se había formado, Rubén ya se había dado cuenta de ello por lo que sus emociones se habían coordinado. Samuel estaba sintiendo lo que sentía el Omega, su Omega.

Sintió toda la tristeza golpearle de golpe, sus amigos le miraban esperando una respuesta que nunca llegó puesto que Samuel salió corriendo en dirección al pueblo, siguió su instinto hacia donde creyó que se encontraba el Omega y lo vió.

Estaba en un callejon llorando con su amigo tratando de tranquilizarlo.
Sin poder evitarlo liberó sus feromonas y el Omega levantó la cabeza.

(...)

Rubén se encontraba llorando cuando notó un olor que a decir verdad le resultó agradable.

Era un claro olor a menta por lo que levantó la mirada y su vista se cruzó con la de la persona que liberaba ese olor. Su destinado.

Sus miradas se encontraron y aún que le cueste aceptarlo, se sintio protegido solo con mirarle.

El Alfa no se movía, tan solo le miraba esperando una acción de su parte.

☁️ - Abrazar a Samuel.

✨ - Quedarse en el sitio.

•DENIED• ×Rubegetta× {Decisiones}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora