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Después de unos segundos sin apartar la mirada de la del contrario Rubén se dejó llevar también por sus instintos.

Se levantó de donde se encontraba sentado y sin dejar de llorar se acercó a él más alto, el cual le rodeó con sus brazos.

Por primera vez en muchos años, Rubén se sintió protegido entre los brazos de un Alfa.

Miguel miraba enternecido la escena sin decir ni una palabra.

-Todo estará bien- susurró Samuel tratando de calmar los sollozos del Omega mientras liberaba más feromonas.

Pasados un par de minutos Rubén cayó dormido en los brazos del Alfa.

-Ve al cartel y diles a los demás que posponemos las presentaciones para mañana- dijo Samuel refiriéndose a Miguel- lo llevaré a mi casa para que descanse.

Miguel sabía que Rubén no estaría muy contento cuando despertara en casa de un Alfa, pero al verle tan plácidamente durmiendo entre los brazos del pelinegro asintió y caminó de vuelta al cartel.

Samuel vió a el Beta andando hacia donde le había indicado por lo que agarró al Omega en brazos y se lo llevó de camino a su isla flotante.

Subió por el ascensor y abrió la puerta de la muralla para entrar a su pequeño paraíso.

Entró en su mansión, la cual aún no estaba terminada y subió a su habitación.

Dejó a Rubén es su cama pero cuando estuvo a punto de soltarse se dio cuenta de que el menor sostenía fuertemente su mano.

Trató de soltarse de varias maneras pero no hubo forma.

Simplemente se tumbó a su lado.

(...)

Cuando Rubén se despertó se encontraba algo desubicado. Pero se puso nervioso cuando vio con quién había dormido esa noche.

Se levantó bruscamente de la cama despertando así a Samuel.

-¿¡Que cojones hago aquí!?- gritó Rubén.

-Te dormiste y te traje a mi casa para que descansaras- respondió Samuel sin darle muchas vueltas al asunto.

-¡Me largo de aquí!

-!Espera Rubén!- exclamó Samuel agarrándolo del brazo para que no huyera de la isla.

-¡Suéltame!- Rubén trató de varias formas zafarse del agarre del Alfa y lo consiguió en cuanto le pisó el pie descalzo del Alfa, el cual le soltó al sentir el dolor.

-¡Rubén para!- Samuel había usado su voz de comando.

Rubén paró en seco al escuchar la voz despues de tanto tiempo y se asustó de nuevo.

Pero esta vez tenía miedo, miedo de su destinado, miedo de que Samuel le fuera a hacer algo.

Sin darse cuenta comenzó a llorar.

-P-por f-favor no me hagas daño- suplicó Rubén estático en su lugar.

Samuel se sorprendió al escuchar a su destinado suplicar ¿Acaso pensaba que le iba a dañar?

-H-haré lo que quieras pero no me hagas daño- susurró sin dejar de llorar- P-por f-favor.

Samuel entonces se dio cuenta de cuan dañado estaba su destinado.

Se acercó a él y le abrazó. Rubén no dejaba de lagrimear pidiendo por favor que no lo hiciera daño.

-No voy a hacerte daño Rubén- susurró el Alfa liberando sus feromonas. Las cuales calmaban al Omega- No voy a permitir que nunca nadie te haga daño.

Rubén seguía temblando y sollozando sin separarse del abrazo, dejándose abrazar, dejándose querer por primera vez en mucho tiempo.

Se quedaron juntos durante varios minutos. Rubén realmente necesitaba eso.

Al separarse del abrazo Samuel preguntó lo que Rubén temía que preguntara.

-¿Que te ha ocurrido para que estés así Omega?

(...)

Llevaba reprimiendo esos sentimientos durante mucho tiempo por lo que contarlo todo le quitó un gran peso de encima.

Se encontraban recostados en la cama del mayor. Rubén tumbado sobre el pecho del más alto mientras esté le acariciaba la espalda.

Rubén acababa de terminar de contarlo todo y se sentía muy liberado.

Tal vez fuera muy pronto para llevar una relación sentimental.

Pero seguro que lo lograrían juntos.

Good Ending

•DENIED• ×Rubegetta× {Decisiones}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora