Después de la muerte de sus padres, Isabella es obligada a mudarse lejos del lugar donde creció a Dédfer, un pueblo que se mantiene oculto.
Desde que llega al pueblo, sin comprender la razón, cada noche todos los habitantes se encierran en sus hoga...
Al parecer en este lugar conseguir una prometida para el príncipe es más importante que investigar sobre los animales capturados.
Al llegar al palacio e informar sobre lo que sucedió mientras me extravié, los más interesados éramos los M. T y el señor Beck, incluso los escuderos y algunos caballeros se ofrecieron a ir a investigar. El rey insistió que lo mejor sería esperar a que el príncipe Azariel se comprometiera. Nadie quiso refutar la decisión del monarca, solo quedaba esperar a que él indicara cuándo actuar.
Después de haber estado cerca de unas salvajes bestias, quise indagar más sobre su especie. El libro de mi padre no contenía ninguna información de ellas, así que decidí preguntarle a alguien que probablemente sabría muchísimo y no me equivoqué, Aiden lucía muy entusiasmado diciendo que las bestias natlig, disfrutan de invadir de lugares bellos como los campos de flores, ellas son libres de apropiarse de cualquier espacio que las cautivara a excepción de las tierras que pertenecen al reino, por ese motivo fuimos enviados, para echarlas y que buscaran un nuevo sitio.
Los últimos días el palacio estuvo en bastante movimiento, la servidumbre estaba apresurada en preparar y organizar todo para el evento.
—El señor Beck no vendrá hoy — anuncia Dorian —. Me pidió que les informe que tenemos permitido ir al pueblo, pero solo si necesitamos algo importante para el compromiso del príncipe.
—¿Por qué es tan importante que se consiga una prometida? — inquiero, al instante, mis compañeros voltean a verme como si hubiese comentado algo malo.
—No sabía que los mestizos fuesen ignorantes — comenta Zander, hace un mohín de enfado, se levanta del suelo donde todos permanecemos descansando —. Vámonos, Astrid.
Astrid no parece contenta con ir en compañía de su pareja, sin replicar, también se levanta y lo obedece.
—Es primordial asegurarnos que habrá un descendiente de la familia real — responde Aiden.
—Y yo sigo sin conseguir una pareja — suspira Nick —. Si el señor Beck ha sido tan generoso de permitirnos ir al pueblo lo aprovecharé para conseguir un atuendo decente.
Nick se despide de nosotros y se retira.
—¿Me prestas algo para el evento? — pregunta Aiden, dirigiéndose a Dorian.
—¿Es necesario asistir? — cuestiono —. ¿No podemos fugarnos como en su cumpleaños?
—Sí podemos, pero yo quiero conocer a la prometida del príncipe — contesta Aiden.
—Yo asistiré porque me lo ha ordenado mi padre.
Supongo que si el señor Beck ha cancelado el entrenamiento, este evento debe ser importante.
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Creí que encontraría a mis amigos en la habitación, pero los únicos que están son Max y Hans, ambos juegan ajedrez. En el segundo exacto que entro escucho al vampiro gruñir, fue tan inesperado que provoca de salte en mi sito.