Belleza de los Sueños #5

Capítulo 11

Una vez nos alejamos del peligro, nos detenemos y Desierto suelta mi mano. Me quedo observándola fijo, su rostro sigue con ojeras y tiene los ojos rojos por llorar. La Desierto que conocí, se ha ido apagando con el paso del tiempo. Esa confianza era toda una máscara para tapar lo que en realidad oculta.

—Gracias. —Asiento.

—No te preocupes. —Se gira para irse y la detengo agarrando su mano—. ¿Qué quieres? —Me mira molesta.

—Seamos amigas, Desierto —ofrezco.

—No necesito amigos. —Se suelta de manera brusca—. Solo necesito que te alejes de Morket.

—No me interesa Morket, me alejaré, así que no deberías preocuparte por eso.

—No me preocupa. —Gira su vista.

—Creo que ya te es imposible ocultar lo vulnerable que eres, abandona esa pantalla falsa que tienes, nadie va a matarte, deja hacerte la fuerte, ya no generas miedo, Desierto.

Me vuelve a mirar y frunce el ceño.

—No molestes, no me conoces.

—Me mostraste tu sufrimiento. —Pongo la mano dónde está mi corazón—. Lo sentí, no mereces esa tortura que te hace tan negativa, déjame ayudarte.

Se cruza de brazos.

—No te necesito, para eso tengo a Morket y no vengas a justificar mis acciones con mi inestable poder.

—¿Qué? ¿Vas a negarlo? —consulto y se sobresalta.

—Ya me cansé de hablar contigo. —Se gira para irse, pero la sigo—. ¡Deja de molestarme! —grita y noto su vergüenza, cuando sus mejillas se sonrojan.

—No me dejes sola —le pido y se se detiene.

—¿Qué? —Me mira seria.

—Es que no quiero estar sola —expreso nerviosa—. No sé dónde está Cielo, así que déjame acompañarte, ni idea si Blus se fue o no —aclaro temerosa.

Bufa.

—De acuerdo, pero no me hables —dictamina y luego agrega—: Será mejor que aprendas a usar mejor tu poder, así no me molestas más y te defiendes tú solita.

—Claro. —Asiento.

Me le acerco y termino agarrándome de su brazo, así que se avergüenza otra vez.

—¡Y no me toques!

Yo solo me río.

Desierto es más niña de lo que aparenta.

¿Cómo no lo vi antes?