Belleza de los Sueños #5

Capítulo 17

Oigo risas en la habitación de Cielo, abro despacio y la veo charlando, sentada en su cama junto a Desierto, como si nada.

—Chicas —expreso confundida—. ¿De qué me perdí?

—Cielo me mostraba un pequeño truco de su poder, mira es una mini nubecita. —Le da un toquecito a esa masa suspendida que hace una pequeña llovizna—. Es genial. —Desierto está sonriendo como nunca la había visto.

Frunzo el ceño.

—Dejen de jugar, no se supone que le pedirías eso, además, ¿no tienes que prepararte para tu boda?

Le he sacado el humor al instante, su sonrisa se esfuma y la que sonríe ahora soy yo.

—Desierto me pidió que le paralice el alma —intercede Cielo—. Pero eso es horrible, espero que no sea a lo que te referías.

—Para nada, solo bromeo. —Camino y me siento con ellas—. Hay que buscarle un bonito lazo. —Tomo un mechón del cabello de Desierto—. Así le enganchamos el tul, se verá preciosa.

Tironeo de su pelo y se aleja de mí, mirándome de mala manera y acercándose más a Cielo.

—Hum, yo, no, gracias, estoy bien como estoy —aclara la futura novia.

—Creo que le haré una carta a Morket —confiesa Cielo, intentando cortar la tensión del momento al cambiar de tema.

—¿Una carta? —consulto.

—Sí, quiero decirle mis sentimientos, lo sola que me he sentido y que no se dio cuenta, que me preste un poquito de atención —dice avergonzada—. ¿Creen que se enfade si se lo digo así? Ojalá que piense en mí. —Suspira.

—Y pide que te lo prometa —especifica Desierto—. Así cumple su palabra.

Creo que eso es una indirecta, aunque no siento culpa por lo que hice. Corrección, no es una indirecta, es lo que le dolió a Desierto. Esto no se trata de mí, pero últimamente siento que soy el centro del universo.

¿Tan egoísta soy?

—No se enfadará. —Intento unirme a la conversación y sacar mis pensamientos sobre Desierto.

Por alguna extraña razón que desconozco estoy obsesionada con ella, obsesionada por destruirla. Me molesta, me molesta demasiado, ella no tiene permitido sonreír, la detesto.