Val trae la jarra en una bandeja de plástico con cinco tazas, me siento y apoyo la carpeta sobre la mesa, lo veo a Henry algo nervioso cuando comienzo abrirla, veo fotos de casas y de departamentos, realmente pintorescos.
-no comprendo –le digo.
-si a futuro vamos a vivir juntos, quiero que tu elijas la casa –me dice.
Lo miro asombrada, y me quedo sin palabras.
-tranquila que tienes hasta ocho meses para elegir, pedí que las reservaran hasta que tu elijas una –responde.
-gracias, de verdad –me levanto a abrazarlo.
Jamás imaginé éste momento, me parece apresurado pero me muero de ganas de vivir con él y observarlo cada mañana a mi lado.
-gracias Henry, es un gran gesto –dice mi padre.
-no es nada Antonio –responde el británico con una hermosa sonrisa.
La noche pasa y mi padre es el primero en irse a casa, mis amigos se van a su cabaña a descansar, finalmente quedando a solas Henry y yo.
Me siento con todo el peso de mi cuerpo en el sillón, apreciando el movimiento de las llamas de la chimenea, Henry sale d
el baño y se sienta a mi lado, estirando su cuerpo por el largo del sillón y reposando su cabeza en mi falda, mi corazón vuelve a palpitar con fuerza, su gran belleza me deja siempre embobada y siempre huele maravilloso, su aroma me embriaga, con sus manos cálidas toma la mía, haciendo que mis dedos toquen su cabello.
-¿quieres que te haga piojitos? –le pregunto divertida.
-por favor –dice con una risita baja.
Lo hago con mi mano temblorosa, sus mínimos gestos provocan un terremoto en mi cuerpo.
-ese Chris es un metido... quería darte el regalo en privado –dice en voz baja.
-no te preocupes, me encantó, si quieres, podemos elegir una casa ahora -le propongo.
-no tengo apuro... quiero estar un rato más aquí. Tus caricias me relajan.
Aún sigo sin creer a quién estoy acariciando, es como si una mismísima escultura griega cobrara vida.
-además... no te di el regalo completo –dice con suspenso.
¿Qué? Muchos signos de interrogación pasaban por mi mente, mis sentidos estaban en alerta, a veces Henry me asustaba, es un hombre pasional, no solamente en la intimidad sino en sus demostraciones materiales también, en menos de un año ya me obsequió un IPhone carísimo, un auto deportivo de alta gama y una casa en Inglaterra. Poco a poco el británico comenzó a incorporarse, su intención es levantar y buscar el otro obsequio. Comencé a sentirme algo nerviosa y lo tome de la mano, él se giró a verme, sorprendido de mi comportamiento.
-¿Qué haces? –le pregunto fingiendo una voz normal y no delatar el temblor.
-quiero darte tu obsequio –me dice firme.
-¿puedo saber qué es?
De pronto su rostro tornó un gesto de estupefacto.
-es una sorpresa –dice con un tono calmado.
-Henry en menos de un año me hiciste regalos de muy alto costo, prefiero que me lo digas, no aguanto tus sorpresas –le digo en tono serio.
-te aseguro que no gasté un centavo en éste regalo...
-no sólo me refiero al costo... sólo dame una pista –le digo con una sonrisa.
Henry me mira divertido, se sienta a mi lado y se gira suavemente para observarme, tiene un rostro pensativo, creo que está algo ruborizado.
ESTÁS LEYENDO
La Eremita (Henry Cavill y Tu) [TERMINADA]
Fanfic¿Quién diría que la mujer más solitaria y aislada de este mundo conocería a alguien como Henry? t/n, una chica que está terminando su doctorado en ciencia veterinaria y sus estudios de bioquímica, vive con su padre en un campo pintoresco. Ella logró...