Cap 61 "doblemente comprometida"

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Por un momento creí que soñaba despierta, pero la realidad superaba cualquier sueño que mi mente pudiera imaginar, el sol brillaba con fuerza, los rayos de luz iluminaban la cálida habitación, las pequeñas nubes decoraban el cielo, cualquier iluminación era perfecta sobre la piel de Henry que posaba dormido a mi lado, exponiendo su espalda desnuda. Comienzo a levantarme para preparar el desayuno, y al observar mi mano veo el anillo de bodas, es increíble que me proponga matrimonio. Sonreí silenciosamente.

El café comenzó a hervir y preparo las tazas sobre una bandeja para llevarlo al cuarto, me sorprende que no se haya despertado por el olor a café. Lleno las tazas, las coloco sobre la pequeña bandeja de madera y me dirijo al cuarto, aún duerme en la misma posición, parece estar noqueado.

Coloco el desayuno sobre la mesita de luz y me siento al lado de Henry, acaricio su cabeza para despertarlo con suavidad y suavemente comienza a abrir sus ojos.

-... -hace pequeños ruidos de recién amanecido –buenos días...

Me hace reír porque me ve con un ojo abierto.

-buenos días, te traje café.

-gracias.

Lentamente se sienta sobre la cama, una vez acomodado le ofrezco su taza de café y sus ojos se tornan alegres.

-aún tienes el anillo

-si, debo acostumbrarme a la idea –le digo con una sonrisa mientras sorbo mi café.

-¿se lo diremos a tu padre esta tarde? –pregunta tranquilo.

Respiro hondo por los nervios y olvido que estaba sorbiendo café, por lo que me atraganto con el líquido. Con tranquilidad intento dejar la taza sobre la mesita para no derramar y comienzo a toser convulsionadamente.

-¿te encuentras bien? –pregunta mientras me hace un masaje en círculos por la espalda.

-...si... -de a poco recobro el aire -¿por qué quieres decirle a mi padre tan pronto?

-sabes que me gusta ser algo anticuado, además hoy en día es más una formalidad pedirle tu mano a Antonio... creo que tu padre lo preferirá así –dice firme.

Sin darme cuenta comienzo a reír.

-¿Qué es lo gracioso? –pregunta asombrado.

-Normalmente es la mujer quién insiste en casarse y el hombre es quién huye –respondo con una sonrisa sincera, el británico se une a mi estado de humor.

-no hay nada normal el nosotros si es por eso –alegando con humor.

Me río aunque la situación me empalaga un poco, comenzamos a planear como Henry le dirá a mi padre que me propuso matrimonio y yo como soy su hija, conozco bien sus posibles respuestas, es como una especie de entrenamiento, para ensayar respuestas de contingencia y salir parados en todo esto. Una vez organizados, decido guardar el anillo nuevamente en la cajita.

La hora del almuerzo se aproximaba, Henry decidió hacer una parrillada en su cabaña por lo que todos almorzaremos juntos. Cada vez que veía al reloj aproximándose a la hora del medio día mi agitación aumentaba, esa sensación de pánico inminente era imposible de ignorar, mientras el británico condimentaba la carne, yo me sentaba y ponía mis piernas entre las rodillas.

-tranquila... -dice Henry mientras me sobaba la espalda –yo también estoy nervioso.

-¿y no podemos posponerlo? –pregunto con mi cabeza metida entre las rodillas.

-jajaja, hay que enfrentar esto ahora... mientras más pase el tiempo, peor es.

En cierta forma tenía razón. Oímos a Evans y a Val entrando a la casa, se propusieron a darnos una mano y a continuación llega mi padre, el pánico de mi rostro estuvo en sincronía con la de Henry, claramente él logra disimularlo, pero lo conozco tan bien, que pude leer su expresión.

La Eremita (Henry Cavill y Tu) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora