Me despierta una llamada de mi celular, veo la hora en el reloj de la mesita y son las siete de la mañana, aún tengo el sueño pesado porque bebí un poco de vino anoche, decido atender la llamada con pocas ganas.
-¿hola? -pregunto
-hola t/n, soy Marianne, estoy llegando a la casa. Recuerda que hoy tenemos cita con mi amigo Paul. –termina de decir sus palabras que salgo de la cama de un brinco, lo había olvidado.
-si si, lo recuerdo... ¿en cuánto llegas? –quizás tenga tiempo en darme un baño caliente.
-estoy a dos calles... en menos de cinco minutos estoy allí –dice con una voz dulce.
Mierda mierda mierda, me digo mentalmente mientras busco en las maletas que aún no desempaqué del todo. Encuentro un jean negro y una polera blanca para combinar, es muy simple pero se ve bien.
-perfecto Marianne, yo estoy lista –miento.
-¡qué bien! Nos vemos –corta
Comienzo a vestirme rápidamente, luego siento en mi espalda las manos de Henry.
-buen día... ¿cuál es el apuro de irte? –expresa con una voz ronca.
-olvidé que hoy tu madre me llevaba al taller de su amigo diseñador –explico donde coloco rápido la polera, pero las manos de Henry entorpecen mi proceso de vestirme mientras tiene sus manos ocupadas en mi cintura y sus labios en mi cuello –Henry, no ahora... por favor.
-puede esperar afuera –me dice por lo bajo.
-al regresar soy toda tuya, por favor... no quiero fallarle a mi suegra –le digo mientras hago un puchero.
-que manipuladora eres –balbucea entre dientes y sonríe –okey, aguantaré.
Le doy un casto beso en los labios, busco un abrigo en otro bolso, no hice tiempo en cepillarme los dientes, por lo tanto busco en la mesita de luz un chicle de menta y una toallita húmeda para limpiarme la cara. A continuación salgo de la casa a la velocidad de la luz y allí estaba Marianne.
-buen día –me dice son una suave sonrisa.
-buen día Marianne –me acerco para darle un beso.
-¿estás lista? ¿Tienes algo en mente? –consulta mientras se sube al auto, me incomoda un poco estos autos, el volante está del lado del pasajero.
-eh... algo así, descargué algunos vestidos de internet –respondo mientras me coloco el cinturón de seguridad, mi suegra enciende el vehículo y comienza a manejar.
-genial, tenlos a manos. Para cuando hables con Paul el podrá hacerte un diseño en base a tus gustos –comenta con la mirada atenta en los espejos.
-suena a que es muy bueno –agrego, la cual ella larga una risita.
-ya lo veras...
-
-
-
-
-
Creí que sería un simple taller de indumentaria, pero no. Estoy en un ascensor subiendo hasta el último piso de un gran edificio, comienzo a sentirme incómoda, mi suegra está tan relajada como si hiciera un trámite o un mandado en el mercado, en el ascensor subían y bajan, hombres y mujeres que parecían modelos, algunas chicas saludaban a mi suegra muy amablemente, luego cuando llegaba el momento de presentarme su rostro cambiaba totalmente y comprendo el porqué, todas quieren algo de Henry.
Las puertas al fin se abren, es todo un piso lleno de libros, telas, maniquíes y ropa.
-Llegué Paul –se anuncia mi suegra.
ESTÁS LEYENDO
La Eremita (Henry Cavill y Tu) [TERMINADA]
Fanfiction¿Quién diría que la mujer más solitaria y aislada de este mundo conocería a alguien como Henry? t/n, una chica que está terminando su doctorado en ciencia veterinaria y sus estudios de bioquímica, vive con su padre en un campo pintoresco. Ella logró...