Son más de la una de la mañana, mis amigas están cansadas, les ofrezco dormir en la cabaña pero no aceptan.
-no quiero preocupar a mi mamá –dice Val –ella no sabía sobre esta salida, además, mañana tengo una clase de taller y me faltan empacar cosas para la mudanza.
Entiendo su situación, nos colocamos nuestros abrigos y nos dirigimos a la camioneta.
-Chicas las acompaño... -dice Henry.
Asiento con la cabeza y nos acompaña, el actor se coloca la chaqueta, carga con los muebles de patio, los coloca detrás de la camioneta y luego se sube en el asiento del acompañante. Las chicas se ubicaron en el asiento trasero, arranco el motor para salir.
Estábamos en silencio y elijo música para no dormirme, estaba a medio camino y me dormía. Las chicas estaban descansando, Henry estaba atento a la ruta.
-¿quieres que elija la música por ti? –pregunta, yo asiento con la cabeza y le cedo el celular.
Creo que eligió un tema de Two Feet, se hizo más pasable el recorrido. Llegamos a la casa de mi amiga, despierto a las chicas, descienden como pueden del vehículo, Henry decide bajar del auto para tenderles la mano, las ayuda a bajar, luego baja los muebles y se los deja en la entrada de la casa. La pareja ingresa a su casa y muevo mi mano para despedirlas, veo a Henry pegado a mi puerta.
-me toca a mi conducir... -dice
-puedo seguir manejando, no te preocupes Henry.
-Insisto, además tengo ganas de conducir...
Me deslizo al asiento del acompañante, el sube toma las llaves y arrancamos en un camino de vuelta. Me deslizo cerca de Henry apoyando mi cabeza en su hombro, la siento muy pesada, estaba agotada y no me había dado cuenta. El británico estira su brazo y lo pasa por encima de mi espalda abrazándome, su tacto cálido me relaja y me hace bostezar. El sonríe pero su semblante no es como el de siempre, se siente agotado. Decido cerrar mis ojos y me quedo totalmente dormida.
Siento que me cargan, abro mis ojos y veo a Henry caminando lentamente, hago un bostezo y me observa.
-puedes bajarme, gracias por conducir a la vuelta...
-no me molesta cargarte... -lo dice con una media sonrisa. Me incomoda un poco siempre terminar en sus brazos, soy como un peso que siempre debe cargar, le vuelvo a repetir que me baje pero con un tono más firme. Comprende y me suelta suavemente hasta que toque bien la tierra firme.
Me encontraba frente a la puerta de mi casa. Había un problema, el picaporte que da a la entrada no gira, solo se abre con la llave, busque entre las macetas si mi padre recordó dejarme la llave para ingresar y no hubo caso.
-tendré que subir por la venta...
-¿si vamos a la cabaña?... podremos dormir juntos y tienes la excusa del porque no dormiste en tu casa... -lo miro, no es lo correcto, pero cualquier excusa está bien por el momento, subir a mi cuarto trepando la enredadera con un vestido no es buena idea. Me abraza por encima de mis hombros y nos dirigimos caminando a la cabaña. Son más de las 3 am, está llegando la primavera, pero el aire aún es frío.
Las luces de la cabaña estaban encendidas, con Henry las comenzamos a apagar. Caí rendida a la cama con la ropa puesta, lo último que recuerdo es que me tapan con una manta y me vuelvo a dormir.
Me despierto sobre saltada, olvidando que hacía en la cabaña. Veo a Henry a mi lado y me cae el recuerdo tarde, mi cerebro estaba un poco dormido todavía, decido levantarme miro la hora de mi celular y eran las 7am, me dirijo al living; desde los ventanales observo que está amaneciendo, hay un poco de oscuridad porque los días no son del todo cálidos. El sueño se me quita por completo, saco una cafetera moka de la cocina y espero que se haga el café, busco algo para comer en la heladera y aún hay pastel. Escucho burbujear el café, apago la hornalla y sirvo un poco en la taza, dejo el pastel sobre pasa plato y decido comerlo a cucharadas, no tenía ánimos de separarme una rebanada para mí. Escucho unos pasos y desde el reflejo de la ventana veo que es Henry, con el pelo alborotado y sin remera, me giro para observarlo y tener una mejor visión, estaba restregando uno de sus ojos del sueño, su abdomen es increíblemente firme, los músculos de su pecho y brazos parecen tallados en mármol por el mejor artista renacentista, es la escultura de un cuerpo hegemónico perfecto, no podía quitarle mis ojos de encima, siento que sube la lívido de mi cuerpo, el actor se dirige a mí con una media sonrisa mientras se acomoda el cabello con la yema de sus dedos, comienzo a sentirme algo mareada, tengo el corazón acelerado y la respiración débil. Sorbo un poco de mi café para que la cafeína me recupere.
-¿te lo vas a comer tu sola? –me pregunta señalando el pastel. Exhalo con una media sonrisa.
-¿a caso querías? –le digo y me sonríe, se dirige a la cocina y se sirve café, tenía puesto un pantalón deportivo, recuerdo haberlo visto ayer mientras cocinaba. La tela es de licra, hace que le marque el trasero, nunca podre cansarme de esta vista...
Se sienta a mi lado y roba mi cuchara, mientras come una porción de pastel me mira a los ojos. No tengo idea la expresión que debo tener, pero realmente disfruto lo que veo ¿cómo puede ser tan irresistible si solo está comiendo pastel?
-esa es mi cuchara... -logro decir
-ahora es mía –lo dice con una risa maliciosa – ¿quieres comer un poco?
Es algo temprano para hacerse el erótico, pero asiento con la cabeza rendida ante su encanto, no me importa nada, saca un poco del bizcochuelo con la cuchara preparada para dármelo, abro mis labios y me lo da suavemente. Tenía su mirada en mi mientras masticaba el pastel, se estaba aprovechando de su belleza, sabía que aceptaría... decido vengarme, no quiero verme débil ante sus encantos.
-yo también quiero darte un poco –Henry me mira y me niega el utensilio, lo miro desafiante rápidamente tomo un poco de pastel y se lo embarro a un lado del rostro. Hace una O con sus labios y me alejo rápidamente hacia el living, creo que de esta no saldré. Escucho unos pasos fuertes tras de mí, me giro para observarlo y fue más rápido, me toma entre sus brazos, me gira rápidamente y con su cara llena de pastel embarra la mía.
-NO NO HENRY!!!-digo con asco y algo divertida, él se moría de risa, me levanta por encima de sus hombros y a pocos metros estaba el mueble del pasa platos, entendía sus intenciones cuando libera un brazo para sacar un poco de pastel, me libero rápidamente y al mismo tiempo nos embarramos, cae un poco de crema en suelo, accidentalmente lo piso con el talón y caigo de trasero, Henry se ríe y se pone sobre mi sin dejarme escapatoria.
-ahora no tienes manera de huir... - se acerca a mi rostro y comienza a comer el pastel que hay en mi boca, su lengua rozando mis labios me hace perder la cordura, tomo su rostro entre mis manos y comienzo a comer el pastel que embarre en su rostro, siento la respiración del actor acelerarse. Desabrocha los botones de mi vestido hasta dejar expuesto mi sostén, siento su boca en mi cuello y mi clavícula, retirando la comida que nos lanzamos. Lo alejo de mi para pasar mis labios sobre su torso, se gira y me deja por encima de el, me quito en vestido de un tirón, me posiciono muy cerca de su mandíbula quitándole la crema mientras me sostiene el trasero con fuerza, acaricia mi espalda y desabrocha mi sostén, comienzo a bajar con mi cuerpo hasta la altura de su abdomen, recorro mis labios y mi lengua en la estructura de sus músculos, siento como su cuerpo se arquea y su piel es caliente bajo mi tacto, a la altura de mi pecho siento su erección. Bajo su pantalón y comienzo a succionar, escucho los gemidos de Henry, se sienta y separa mi boca de su miembro, rápidamente me levanta del suelo y me sube medio cuerpo sobre el pasa platos, siento que saca los condones de su pantalón y comienza a darme fuertes embestidas. El placer me invade y comienzo a gemir al igual que Henry, pasa sus dedos suavemente en mis pezones, generándome una corriente en mi cuerpo que llego al éxtasis al igual que él, provocando que acabáramos juntos.
Nos sentamos en el suelo ambos desnudos, él acaricia mi espalda mientras intento recuperar el aire, veo mi alrededor y el pastel estaba totalmente destrozado, esparcido por el pasa platos y el suelo.
-siento pastel en mi trasero... -dice Henry, me río con pocas ganas –vamos a la ducha, tienes pastel en el cabello.
Como puedo intento levantarme y nos dirigimos a la ducha, abro las canillas y con mi pie pruebo la temperatura del agua, la deje en un punto ideal, el primero en entrar es el británico desde el desayuno no despego mis ojos de él, ver el cuerpo de Henry enjabonado y húmedo me deja embobada, estoy totalmente agotada pero aún así, la sensualidad que desprende es inagotable.
Al salir de la ducha nos secamos mutuamente, mientras me coloco la ropa interior, Henry me abraza por la espalda y deposita un beso en mi cabeza. Recién comienza mi día.
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La Eremita (Henry Cavill y Tu) [TERMINADA]
Fiksi Penggemar¿Quién diría que la mujer más solitaria y aislada de este mundo conocería a alguien como Henry? t/n, una chica que está terminando su doctorado en ciencia veterinaria y sus estudios de bioquímica, vive con su padre en un campo pintoresco. Ella logró...