IV

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Narra desde la perspectiva de Bell:

Ya ha pasado una semana desde que me uní a la <Familia Loki>, es una familia bastante animada aun que lamentablemente no tenían más habitaciones en la sección masculina.

Me asignaron como compañero de cierto de Alícia Forestlight, la "hermana mayor" de la familia... no me quejo era eso o esperar a que construyeran más, ademas me beneficia estar en el mismo sector que la señorita Lefiya, al menos así no tendré que escabullirme para vigilar.

Volviendo al tema no he hablado mucho con sus miembros, apenas unos días atrás me empecé a relacionar con un chico mayor que yo su nombre es Raul, es un aventurero de <nivel 4> aun que a parte de eso no hay nada que lo haga especial, no tiene habilidades propias más que las de desarrollo, algo bastante inusual para un aventurero de su nivel y bueno... que más se podría decir de él, Raul es Raul de todos modos no es como si se le pudiera exigir mucho.

Raul me presento a otra miembro de la familia, su nombre es Aki una catman de cabello negro bastante bella, el abuelo tenía razón en Orario hay muchas mujeres hermosas, al igual que Raul ella es <nivel 4> solo que ella... si tiene habilidades propias ella es bastante fuerte o al menos para los estándares actuales de Orario.

Desde que fui invocado seguía la misma rutina de siempre.

Despertaba a las 5:00 a.m para entrenar, luego preparaba dos almuerzos, cuando daban las 6:40 a.m me dirigía al gremio y le dejaba uno de los almuerzos a la señorita Eina para llegar a la plaza central frente a Babel a las 7:00 a.m donde me disponía a seguir a la party de la señorita Lefiya mientras mataba uno que otro monstruo que había cerca de la zona, después me aseguraba que la señorita Lefiya llegara a salvo a la mención crepúsculo, después me dirigía al gremio para intercambiar mis ganancias, esperaba a la hora de salida para los empleados del gremio para después invitar a Eina a cenar a un bar cercano la <anfitriona de la fertilidad>, después llevaba a Eina a su casa y regresaba a mi habitación en la mansión donde escuchaba a Alícia hablar maravillas de Lady Rivera hasta que se quedaba dormida, esa era mi rutina de todos los días.

Bueno... a excepción de hoy, la señorita Lefiya había ido de compras con un grupo de sus amigas aparentemente bastante fuertes.

Por eso actualmente me encontraba en el <piso 14> viendo a un almirag  a los ojos, el no atacaba, yo no atacaba, siento que sus ojos ven a través de mi ser, algo familiar... los aventureros que van de paso se nos quedan viendo pero ninguno de nosotros cede ante la vista del otro pero lamentablemente parpadee por lo tanto le tuve que pagar una zanahoria.

Salí del calabozo con mi ya típico saco de piedras mágicas directamente hacia el gremio, como hoy no tendría que vigilar a la señorita Lefiya pase un poco más de tiempo en el calabozo, al salir pude ver varios aventureros cargando monstruos en jaulas esto ya lo veía desde hace unos días, según Aki es por el evento de Monsterphilia que se celebrará en pocos días, intenté invitar a Eina pero ella estará ocupada así que iría con Aki en su lugar, hubiera invitado a Raul pero él va a entrenar todo el día.

Me dirigí a cambiar la piedras mágicas, separándolas en dos grandes bolsas, claro una más grande que otra, después de recoger mis ganancias me dirigía a una salida trasera del gremio, seguro el turno de Eina ya había terminado, cuando llegue al habitual punto de reunión allí estaba ella, tan hermosa cómo siempre.

Me acerqué a ella con una sonrisa en mi rostro tal y como siempre me decía mi abuelo.

—Buenas noches señorita Eina -salude con el tono más amigable posible- ¿nos vamos?

—si - Eina respondió con una sonrisa.

Caminaba mia por las calles, aun que captábamos mucho la atención
no era realmente importante.

Hero's FateWhere stories live. Discover now