Matrimonio [JinSu/TaeGi]

III

Finalmente podía respirar tranquilo, había decidido caminar junto a JungKook hacia uno de los parques que quedaban cerca de la empresa de los Kim, YoonGi prefería decir que fue coincidencia debido a la cercanía que la guardería tenía con la empresa y no por su instinto que lo llevó a ese lugar.

JungKook parecía haber olvidado la situación, pues se divertían moviendo su mano entrelazada con la de su padre, mientras daba pequeños brincos cada que caminaba, saltando las grietas.

— ¡Papi, papi! ¡No pises eso! ¡Traerá mala suerte! —YoonGi soltó una pequeña risa haciéndole caso a su pequeño, brincando las grietas para evitar tocarlas, en algún momento se soltaron las manos para jugar con mayor libertad, en el parque no había tanta gente así que no le preocupaba tanto al Omega.

Toda su atención estaba sobre su hijo.

Cuando el tiempo de juego se acabó, YoonGi tomó a JungKook en brazos para besar sus regordetas mejillas, el cachorro aferraba sus brazos al cuello de su papá sin evitar soltar tantas eufóricas risas por las cosquillas provocadas. Llegaron a una banca donde YoonGi dejó a su cachorro, para después él sentarse a su lado. Era momento de hablar.

— Junggie.

— ¿Mande, papi? —Uno de sus dedos se movió para acomodar un mechón del infante.

— ¿Te gustaría contarme qué sucedió en la guardería?

Esperó unos segundos, JungKook permaneció en silencio observando como sus pies colgaban de la banca, hacia muecas y sus dedos jugaban entre sí, hasta que giró su pequeño rostro para juntar su mirada con la del Omega, asintiendo con la cabeza en respuesta de su pregunta anterior. YoonGi no le presionó, simplemente esperó a que el menor hablara primero.

— HaeHyun dijo cosas feas.

Sus labios formaban un puchero mientras su cabeza permanecía abajo, YoonGi acarició su espalda.

— ¿Eran muy feas?

— Ujhum, me molestó mucho, papi, que dijera eso. —El Omega se levantó de la banca para ponerse en cuclillas frente al cachorro, tomando sus manos con suavidad.

— ¿Qué cosas feas dijo?

La sola pregunta pareció incomodar al infante, sus manitas apretaron las de su padre, tuvo que idear otra pregunta para opacar esa y así desviar la tensión de JungKook.

— No me digas si no quieres, cielo, pero al decirte eso, ¿Fue él quien te lanzó los juguetes primero? —JungKook negó— Lo que dijo te molestó tanto, que le lanzaste los juguetes a HaeHyun.

— Yo no quería. Pero me molestaba, papi, tía Ryu siempre dice que hay que lastimar a quien nos molesta.

¿Por qué eso no le sorprendía?

YoonGi suspiró un poco, moviendo sus pulgares en el dorso de sus manitas, su aroma se mantuvo rodeándolo para darle comodidad y confianza.

— Junggie, cuando algo te enfada o te incomoda, tienes todo el derecho de expresarlo —llevó su mano hacia su mejilla—, pero sabes que no debes actuar de esa forma. No es bueno lastimar a los demás y tampoco lo es permitir que te lastimen.

— ¿Cómo hago eso?

— Hablando, tus cuidadores siempre estarán para ti, debes tener confianza con ellos ¿Sí?

— ¡Pero papi! ¡Dijo cosas feas! Me molestó mucho, mucho, dijo que yo no tenía papá Alfa, ¡Y sí tengo papá Alfa! ¡No puede decir que no cuando papá Jin es mi súper papito! —De repente la voz del menor comenzó a alzarse, sus ojos se apretaron a la par que sus labios temblaban, quería llorar pero reprimía su impulso, YoonGi sostuvo sus manos acercándolo a su pecho con suavidad, sintiendo que JungKook no lo alejaba del abrazo, decidió apretarlo un poco más a él.