ℎ𝑎𝑏í𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑧... 𝐼𝐼

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A los ojos de Zayn el pueblo seguía siendo acogedor y amigable, siguiendo con ese aire fresco y lleno de paz que lo caracterizana. Con el paso de los años se había había expandido un poco más y aumentado en la población, algo genial pues a todos les gustaba hacer nuevos amigos.

Más si eran de su misma clase social, pues así, no tenían que haber prejuicios entre ellos.

La amistad de liam y zayn iba por lo mismo, ambos seguían siendo igual de unidos. Todo era muy lindo y a los ojos color miel del castaño todo era color rosa. Por más que vivieran en la misma casa, que zayn llamara a los padres del castaño como madre y padre ellos no se trataban como familia.

Más bien como dos chiquillos que se quieren como novios.

Ninguno de los dos sabe en qué momento comenzaron a surgir esos sentimientos. Tal vez fue cuando liam le tomó de la mano y beso su mejilla porque cayó del triciclo de Geralt (el vendedor del pueblo) o cuando cumplió los catorce y zayn guardo todos sus ahorros para poder comprar un nuevo horno para los pasteles de manzana de liam, o cuando los chicos malos de la escuela se rieron de liam por saber de cocina y que zayn lo defendió.

Acciones que de poco a poco se fueron robando el corazón de ambos.

Zayn se tomó el atrevimiento de abrazar la pequeña cintura del castaño mientras este abrazaba una cartulina a su pecho afuera de su salón de clases. Sonrío al ver su carita toda rojita y sus brazos aferrándose más a ello. Su castañito es el ser más tierno que pudiese existir, no había nadie que se comparará con él.

—¿qué traes ahí? —preguntó el moreno, ese chiquillo que lo recogió cuando estaba solo se había convertido en lo mejor de su vida, junto con Karen y Geoff que hasta el día de hoy seguían viendo por su bienestar.

Siempre le agradecería a la vida el haberlos puesto en su camino.

Hasta el día de hoy no sabían nada de su madre, esa mujer que lo abandonó días después de la muerte de su padre ya no tenía valor para él. Y nadie puede culparlo por ello.

—yo quiero pedirte algo, pero muero de pena así que vayamos al baño, por fi. —dijo alejándose del tacto del moreno, no porqué le molestara, sólo tenía nervios.

El moreno lo miró confundido y solo asintió metiendo una de sus manos a su bolsillo delantero. Liam sonrío mostrando todos sus dientes, enredó uno de sus brazos en el de zayn (el que estaba suelto) y se dejó ser llevado.

Liam venía aferrando la cartulina a su pecho con su brazo mientras mordía su labio con fuerza poniéndolo aún más rojito. Zayn sabía que eso se debía a que estaba nervioso y apuntó de hacer algo muy importante para él.

—todo está bien, cariño. —murmuró mientras abría la puerta del baño.

—se que todo está bien, solo tengo miedito, ¿si? — susurró extendiendo sus brazos hacia arriba para que zayn lo tomará y lo pusiera sobre el azulejo del lavamanos, algo que hacían cuando necesitaban privacidad.

Zayn rió y no dijo nada, solo lo tomó y lo sentó muy bien, abrió las piernas de liam metiéndose en medio de ellas, seguido subió sus manos a las mejillas regordetas del chico pasando la yema de sus dedos alrededor.

Liam suspiró dejando la cartulina a un lado.
—tú siempre me haces feliz con cualquier cosa que haces, el haberte encontrado en el bosque fue lo mejor que me pudo pasar. Todo tú me llena de una forma que me encanta, tu forma de hablar, de reír, ¡tan solo escuchar tu respiración me parece perfecto y me tiene a tus pies! Nunca me imagine al lado de un chico, mucho menos el que vive en mi casa y a los cuales mis padres tratan como un hijo más. —ambos rieron. —pero no lo somos, lo cual nos permite amarnos sin importar nada ¡y es que yo te amo mucho! Es una sensación tan agradable, cuando me abrazas lo puedo sentir más fuerte, el como quiere salir para llenarte de besos y corazones, ¡Dios! perdona lo cursi que suena todo eso, pero zayn, es como me tienes. El como todo yo te pide a ti ser su único, tal vez no para toda la vida, pero si hoy y mañana, el tiempo que desees, no me importa nada. Y es por eso que hoy vengo a pedirte aquí, en este lugar que ha sido nuestra cueva para desde que nos conocemos, aunque lo más seguro es que me debí esperar hasta llegar al bosque, ¡pero ya no aguanto! —destendió la cartulina con las mejillas aún más rojas, robando el aliento de zayn.

“¿quieres ser mío, Zayn?” con brillantina a su alrededor, corazones rojos salpicados por todos lados y abajo un dibujo de ambos como si un niño pequeño lo hubiera hecho. Pero era perfecto, con el solo hecho de que liam lo hizo era suficiente.

El corazón del moreno estaba alocado, todo él estaba fuera de sí, que el pequeño castaño de mejillas rojitas y gordas con su labio inferior de regreso entre sus dientes después de todo lo maravilloso que había salido de él ni ayudaba en nada.

Con sus ojos brillando y regresando el movimiento en sus manos en las mejillas de Liam habló
—: eres una cosita tan tierna, todo tú me tiene loco y haberme enamorado de ti siempre será lo mejor que pude haber hecho. Tal vez seamos unos chiquillos que les falta mucho por saber de la vida pero no me interesa, yo quiero que me bañes de tu amor y que te dejes bañar por el mío. —bajó sus manos hasta la cintura del castaño sintiendo como encajaban sin problema alguno, sabía que este era su hogar, liam lo era. —Acepto ser tuyo, pero mi vida, yo no necesito hacerte la misma pregunta. Sé que tú has sido mío desde aquella tarde en que te negaste a dejarme. —sonrieron mientras se acercaban poco a poco, sus narices se rozaron, ambos disfrutaban del camino, sin apresurar nada.

no quiero tener que dejar a Zayn solo.”

No sería el primero de todos, pero si el primero como novios.

Los labios de liam atraparon los de zayn siendo suficiente para que se dejaran de juegos, para ambos ese beso lo era todo, por ello fue lento, disfrutando de todo lo que el otro le tenía para dar. Dejando que sus cuerpos se reconocieran, que la conexión se hiciera más grande.
Su alrededor parecía haberse esfumado, dejando sólo oscuridad en donde ambos brillaban, luz que no pensaba apagarse.

Tal vez el “había una vez” dio inicio a esta historia de amor, pero solo ellos saben cuando darle su correspondiente fin. O cuando dejen de existir.

—me llamo liam, ¿cuál es tu nombre? —tendió su manito.

—soy zayn —llevo la manito de liam a sus labios y dejó un besito en ella.

Pero los recuerdos siempre viven, como esa tarde en el baño, a la edad de dieciséis dieron el primer paso para algo más en serio. “edad no es sinónimo de madurez”

[...]

¿qué les pareció?
que alguien le pegue a martha, ya basta de cositas cursis😭✌🏻

epa, ¿ya leyeron “Ángel guardián”? para que la lean, kjshdja.

por cierto, ya llegamos a 1K en votos, ¡GRACIAAAAS, YO LOS AMO MUCHO, MUCHO! me iré a llorar otra vez😖

gracias por leer, mocos pedorrxs <3

𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 |𝐳𝐢𝐚𝐦 𝐦𝐚𝐲𝐧𝐞|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora