ᵒˢᶻᵐ ;; ᵃ́ⁿᵍᵉˡ ʸ ᵈⁱᵃᵇˡᵒ

331 33 20
                                    

¿Por qué las personas tienden amar y exigir lo correcto en lugar de buscar vivir la vida a su manera? Sí, porque normalmente hay personas o cosas que te retienen hacer lo que de verdad quieres porque eso no entra en lo “que se debe”.

Y lo mejor que se podría hacer es mandarlo lejos, sin olvidar que había excepciones como la ley.

En este caso, no necesariamente tiene que ser uno.

Seis de diez personas en el mundo tenían un ángel y un demonio que les decía que era lo correcto y lo malo.

Más bien la mayoría del tiempo estaban peleando por quien tenía la razón.

Pero, ¿Qué tan irritante era el hecho de tener un ángel y un demonio diciéndote que era lo correcto hacer sin dejarte vivir? Sí, que Liam era ese ángel metiche que retenía a Huening-kai de hacer una locura o respirar. Ah, y que compartía lugar con el estúpido berrinchudo demonio que gustaba mirarlo de forma seductora como si fuera lo suficientemente guapo para tenerlo rogando.

Que diosito me perdone por desearlo tanto.

Zayn que al parecer podía leer sus pensamientos, se acercó con una sonrisa posada en sus labios. Parecía que se lo quería comer como el lobo a caperucita.
Lo sintió por detrás, donde había comenzado a dejar besos en su cuello, erizando sus vellos en el camino. Liam intentó apartarse, pero ¿Por qué lo haría si en realidad lo que quería es que los besos fueran más abajo?

Bendito sea el creador de tal ser que lo hace sentir deseado a más no poder.

Pecador, por eso Dios te da más penitencia que a los otros.

—De–deberías parar. —Dijo en un hilo de voz, dándole más acceso a su cuello mientras tomaba las manos del moreno entre las suyas reteniendo que fueran a bajar por allá donde el sol no alumbraba.

Deberían. Se repitió sin las suficientes ganas de hacerlo.

—¿Deberíamos? ¿O debería de comerte bajo la vista de los demás? —Su voz seductora que hacía a juego con su hermoso cuerpo lo estaban poniendo de todos los colores, al igual que comenzaba alterar la poca cordura que seguía viva en ese pequeño cuerpo.

Quiso aprovechar el momento, pero el mundo no deseaba eso. O tal vez era su padre diciendo que estaba haciendo las cosas mal.

¡Que va! A nadie le importaba.

Vio a Kai querer acercarse al chico bajito de cabellos rojos con una sonrisa. Alarmado y sin importarle que Zayn estuviera bajando los besos por detrás de su cuello, apartó al moreno de su cuerpo mientras esté se quejaba en susurro muy altos.

—Tenemos trabajo que hacer. —Le recordó acomodando mejor su túnica y su aureola que estaba a nada de caer.

Inhaló y exhaló repetidas veces para calmar esa sensación que seguía corriendo por su cuerpo.

Maldito Malik y sus besos.

—¿Cuál, bebé? Deberías dejar de Kai haga lo que se le dé su puta gana y ponerte de rodillas para papi. —Sus ojos se habían puesto rojos por el deseo, más ese pequeño baile repleto de sensualidad que hizo con su lengua sobre sus labios.

Quiso, de verdad que lo deseó. Pero de forma rápida se alejó yendo al oído derecho del azabache mayor, sin poder evitar escuchar el grito de enojo del moreno.

—¡Huye, perra, pero volverás a mí y te haré sufrir!

¿Qué tan malo podría ser, muerde almohadas tres mil? Porque ni para dar sirves.

𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 |𝐳𝐢𝐚𝐦 𝐦𝐚𝐲𝐧𝐞|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora