𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂 𝑰

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-¡liam, ¿te gustaría ir conmigo al parque mañana?! -preguntó el moreno emocionado mientras acomodaba sus lentes antes de que estas resbalaran de su nariz.

El rostro del castaño se iluminó con la bella sonrisa que se extendió por sus comisuras, negó suavemente. -lo lamento, zayn, ese día tengo planes con mi bebé. -lo miró apenado, Zayn agachó su cabeza asintiendo. -será para la próxima. -revolvió el cabello de Zayn y se dio media vuelta, antes de que se fuera el moreno tomó su muñeca, liam volteo confundido.

-¿y si yo voy con ustedes? Claro, sino tienes problema con ello -rasco la parte de atrás de su cuello un poco sonrojado.

Los ojitos de liam se iluminaron y asintió frenéticamente. -Carlos estaría encantado de conocerte. Es un niño muy adorable, lo amaras en cuanto lo veas. -aplaudió emocionado.

-estoy seguro de que sí. -sonrío en grande sintiendo un calorcito en su pecho al ver tan feliz a liam de hablar de su pequeño hijo.

Para nadie era una sorpresa que el pequeño castaño con tan sólo diecisiete años es padre de un lindo niño de dos añitos, el cual es una hermosa copia de su papi. Con esos hermosos ojos color miel, su cabello color chocolate lleno de rizos y esa linda nariz de bolita respingona. Zayn ya había tenido la fortuna de conocer al pequeño bebé de liam mientras él dormía, y había quedado encantado con ese niño.

El podría tomar el rol de papá si liam se lo permitía.

-¿entonces mañana a las cuatro?

-mañana a las cuatro en el parque que está cerca de la escuela, será una cita genial-dejó un beso en la sonrojada mejilla del moreno, movió su mano despidiéndose y siguió su camino.

Cita genial

[...]

Eran las tres de la tarde cuando Zayn se decidió por prepararse de una buena vez, no sabía si el tiempo jugaría a su favor si se bañaba después. Salió después de diez minutos y tomó lo que usaría para esa tarde. No quería verse muy exagerado, pero tampoco quería verse como si fuera una tarde cualquiera, ¡Porque no lo era! Después de tantos meses siendo amigo del castaño y conocerlo más a fondo. Se sentía atraído hacia él y no podía negar que su corazón había tomado una perfecta decisión al elegirlo, a él y su pequeño bebé. Creía que ya había llegado el momento de tener pareja, y si todo salía bien al terminar la tarde tal vez esta no sería la última cita.

Solo necesitaba ganarse el amor del pequeño. Su lógica estaba en que si el menor lograba amarlo y verlo como un padre, liam se daría cuenta que él lo valía y terminarían juntos con una gran casa, nueve hijos más, dos gatos, dos perros, ocho ratas y un loro. Para tener su final de novela, todo hermoso.

Llegó al parque y con su mirada buscó una melena castaña con rizos, al no encontrar nada decidió sentarse en la banca más cercana. No había porque desesperarse, él había salido quince minutos antes, era claro que liam aún no estaría en el parque. Lo más seguro es que llegaría a las cuatro en punto o si liam era como sus antiguos quedantes llegaría quince minutos tarde. Zayn se dio un golpe mental, no debe de hacer comparaciones con personas que ya no tienen importancia, eso es grosero.

Miró a su alrededor, algunos adolescentes tomados de las manos y caminado de aquí para allá, otros sentados alrededor de los juegos compartiendo besos, otros sumergidos en su plática y algunos vendedores. Vio a una pequeña familia pasar por delante de él, la niña venía brincando mientras tomaba la mano de su hermanito menor, el cual también venía feliz, los padres venían detrás de ellos con sus manos entrelazadas sin perder de vista a los pequeños. Zayn quería eso para su vida, ir de la mano con liam y con sus pequeños jugando sin preocupaciones.

𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 |𝐳𝐢𝐚𝐦 𝐦𝐚𝐲𝐧𝐞|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora