ᵐʸ ˡⁱᵗᵗˡᵉ ᵖᵒⁿʸ ¹

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La vio pasar, ese rostro poco familiar fue el que llamó la atención de la mayoría de sus compañeros, incluso la suya. Esos tonos morados en su cabello habían sido los primeros en llamar su atención, al igual que sus grandes ojos con pequeños tonos del mismo color de su cabello le causaron más interés. Era hermosa, de apariencia diferente.

La chica se veía confundida y ¿Preocupada? No lo sabía, pero sus grandes ojos mostraban un brillo que no sabía cómo descifrar. Su mochila del mismo tono que sus ojos se movía no sólo por su caminar, parecía que había algo más ahí dentro.

Al ser tan curioso no iba prestando atención al camino, que cuando chocó con algo duro grito al verse tirado en el piso. Sus lentes cayeron, cerró sus ojos con fuerza esperando el azote.

Pero no sucedió, su cintura fue tomaba y pegada a algo duro que alteró más su preocupación.

—¡Perdón! —Ignoró la disculpa, tragando duro. Intentó con sus manos alejar el pecho del otro con sus manos. Entrecerró sus ojos, intentando ver al causante de... Tal acercamiento, pero seguía viendo todo borroso.

—¿Mis lentes? —preguntó, sintiendo cómo sus mejillas quemaban.

El agarre en su cintura se aflojó, hasta que los brazos poco a poco fueron desapareciendo de su cuerpo. Tallo sus ojos cuando por fin estuvo libre de esas manos.
—Aquí están tus lentes. —Esa voz grave volvió hablar llamando su atención. Tendió su mano esperando recibirlos, sus mejillas quemaron aún más cuando no fueron sus manos las que recibieron los lentes. —Aquí están. —El roce de los dedos de la otra persona era tibio, su respiración se había cortado, al igual que no sabía lo que sucedía dentro de su estómago.

Cuando pudo ver con claridad, se quedó sorprendido al ver al chico con el cual había chocado. Estaba muerto de pena al haber sido tan tonto. El moreno con brillos verdes en sus ojos lo veía sonriendo, mientras él quería huir.

Parpadeó varias veces, esperando no haberse visto mal a los ojos del moreno deportista más querido por sus compañeros.

—Gracias. —Dijo, saliendo lo más rápido que pudo del espacio personal del contrario.

Caminó veloz sin saber a dónde ir, ya no quería ni siquiera ir a la cafetería. Quería esconderse y no volver a estar cerca de nadie más por el resto del día.

El moreno no había apartado sus ojos de la espalda del castaño con vestimenta inusual. Había llamado su atención, como si un imán tuviese el pequeño chico que hacía que no quisiera apartarse nunca. Tal vez es eso a lo muchos llaman “amigos que te escoge la vida”. Si le gustaría ser su amigo, conocer un poco más de ese chico.

—¿Qué miras? —Bladimir abrazo su cintura de forma amistosa como todos los días. —¿Eh?

—Ya nada. Se fue. —Miró a su amigo, el cual sonreía en su dirección. —¿Por qué tan feliz?

—Flash, el chico que toca la guitarra me ha dicho que si para darme clases.

—No entiendo porque te gustaría aprender a tocar eso.

—Más chicas estarán detrás de mí.

—¿No son suficientes ya?

—Nunca es suficiente. —Siguió — ¿Y para ti? Vi a Melannie muy emocionada al saber que irás a su fiesta el próximo fin.

El moreno arrugó su entrecejo en confusión. —¿Yo? No pienso ir a ningún lado. Sabes que odio estar rodeado de gente que ni siquiera conozco. Y más si se trata de esa persona que acusó a media escuela de hacerle daño sólo porque no quisieron algo con ella.

𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 |𝐳𝐢𝐚𝐦 𝐦𝐚𝐲𝐧𝐞|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora