Eva, había buscado de donde provenía el nombre pese a que ya me hacía una idea. En la biblia hacía referencia a la primera mujer que Dios creó sobre la tierra y que existió sobre la costilla de Adán el cual fue su esposo. Posteriormente fue engañada por el mal en forma de serpiente cayendo en la tentación y siendo ella y su marido desterrados del paraíso. La chica del tren parecía ser también creada por Dios, a conciencia sabiendo que estaba creando a una mujer hipnótica, lo que no sabía es si iba a tener el mismo final que la aquella primitiva Eva, cayendo en el pecado condenando a la humanidad y siendo ella expulsada del paraíso. Al menos etimológicamente la palabra venía del hebreo havvâ y con ella del árabe hawā que dictaba aquello que da vida. No tenía duda alguna de que esa chica me la iba a dar a mí.
Como había afirmado mi jefe mi semana fue complicada, desde el martes que empecé a estar solo hasta el viernes cuando abrí el capó del primer coche del día, me había hecho las horas que solía hacer en compañía de mi compañero pero por los dos, aunque me gustaba mucho más trabajar individualmente el volumen de coches que había arreglado era el de ambos por lo que mientras en su compañía el trabajo se dividía, en su ausencia se multiplicaba por tres dependiendo el día como había experimentado el jueves casi acabando por caer rendido una vez eché el cierre. La diferencia sería el anuncio que iba hacerme mi jefe nada más empezar a trabajar.
Con las manos grasientas y empezando a notar el calor que haría hoy como ya me había avisado Sam esta mañana al verme con la intención de coger mi abrigo de plumas, oigo los pasos de mi jefe llegando más de una hora después que yo.
-Hombre Hugo, ya estás aquí- dice sorprendido.
Afirmo con la cabeza mientras me sumerjo en el motor para evitar tener que mirarle, está sacando todo lo que puede de mí en vez de buscar alguien que pueda cubrir la baja de mi compañero o venir a la misma hora que yo para ayudarme que eso es otra cosa, se sorprende de verme tan pronto en el garaje cuando la hora a la que debo venir me la impuso él. Ojalá le viese algún día mancharse las manos junto a mí o cualquier otro trabajador haciendo eso que dice saber hacer.
-Creo que estás liado en este viejo perro- se acerca al coche que me oculta la cara para examinarlo por los pasos que da alrededor del mismo-,tampoco te esfuerces mucho, si es mejor que tenga que venir antes con otro problema o a pedir ayuda para otro coche porque a este le queda nada hijo.
Saco la cabeza para poder mirarle de reojo mientras hago el cambio de herramienta. Si hiciera lo que el aconseja desde luego que no tendríamos ni un solo cliente, ni si quiera esos fieles que ya vienen a mi en cuanto notan algo raro o que va mal porque saben que aparte de arreglar eso revisaré que todo está bien y no saldrá mal de precio. En cambio hacer venir cada x tiempo la gente por ser incapaz de arreglar algo en un solo día solo hace correr la voz entre la gente y llevar al quiebre al negocio. Ni mecánico ni un buen hombre de negocios.
-El caso es que quería decirte que no esperes más a tu compañero por aquí porque le he despedido.
-Pero- digo sin pensarlo y sacando la cabeza de golpe-, es decir, ¿le habrá tenido que pagar el doble o algo así por estar de baja y que su contrato acababa en un mes?
-Eso no te incumbe a ti chico pero sí, tu cíñete a tu trabajo que cuanto más mejor, ¿entiendes?- se acerca a mí mientras saca un cigarro para ponérselo en la boca.
-Si, si, tiene razón, este coche ya está acabado ahora mismo llamaré al dueño.
-Perfecto, el siguiente venga que tu puedes.
Dejándome una palmadita en la espalda sale del garaje como suele hacer habitualmente para fumar en la entrada y así recibir a los clientes, aquellos que aún consiguen entablar conversación con él porque otros con saludar se conforman, ya me han dejado a mi por sabido que cuanto menos palabras tengan con él mejor puesto que no pillan ni su humor ni su forma de hablar, es también por esto que intento ser yo en algunos casos quien recibe a los clientes y les trata ya que la buena imagen del garaje desde luego que por él no es.
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En todas partes
Novela JuvenilCuando tu vida es una rutina, estas acostumbrado a vivir en el bucle y te conformas con lo que tienes; un solo cruce de miradas bastará para que el corazón te dé un vuelco y tus sentimientos pierdan el control de lo que creían que era estar enamorad...