— Vamos, tengo sed, además quiero ir al baño.
— Orínate encima y tómate tu saliva, pero de acá no te mueves. —Me abrazó más fuerte aún, en cualquier momento me orinaré si sigue así.
— S-si no vas a dejarme ir al menos no me aplastes tanto. —Dije con dificultad.
— Déjame pensar... No. —Hizo que el abrazó sea más fuerte de lo que ya estaba ¡Mi vejiga está sufriendo!
— ¡H-hey! ¡Deja de hacer eso, no me quiero mear e-encima!
— Rio.— Perdón, ve al baño, ¿Sí?
Asentí y me dejó de abrazar, fui al baño e hice mis necesidades, bajé la palanca del retrete, me lavé las manos y salí. Él estaba acostado abrazando una almohada y llenándola de toda su saliva, volvió a dormirse este flojo de mier... Creo que mejor lo despierte me siento extraño estando en un lugar desconocido sin nadie, me acerqué y moví su brazo para que despierte, se quejó y se acomodó dándome la espalda, oh vamos...
— Andrés... Vamos flojo despiértate. —Seguí moviendo su brazo.
— Cinco minutos más... —Cubrió su cabeza con la manta y se volvió a acomoda, ¡Maldito!
— ¡Andrés! —Estaba pensando en que hacer para despertarlo y de repente se me prendió el foco.— Despiértate o te llevo a mi casa y le digo a mi esposa que eres mi Amante~ —Canturreé.
— ¿Y? Dile, pero déjame dormir... —Se movió debajo de la manta, seguramente para acomodarse.
— Oh, Claro~. En ese caso la llamaré y le diré, y como buena esposa tóxica hará de tu vida un infierno y... —Me acerqué a su oído.— Llevará a tu empresa a su fin~.
— ¡No! —Se sentó rápidamente en su cama.
— ¿No qu-?
— Puedes meterte conmigo, con mi casa, con mis amigos, pero con mi negocio y mi perro, ¡No te metes!
— Perdón, perdón... Bueno, ¿Ahora sí me das agua?
— Bufó.— Okey... ¡Pero no digas nada! No quiero que rueden cabezas por acá...
Me reí nervioso, me dijo que se iba a cambiar de ropa y que si quería podía ir a su cocina tomar agua, así que lo esperé afuera de su habitación, como no sabía qué hacer para distraerme y que por obvias razones no iría a hurgar su cocina sólo por agua me quedé allí y miré sus decorados. Las paredes eran de un gris claro, habían cuadros de un perro algo grande a mí parecer y algunos dibujos enmarcados en una repisa que había cerca, estaba el pequeño cuadro de un niño cargando a un cachorro y una mujer abrazándolos, también unas pequeñas plantas cerca de este, lo que más fue de mi interés fue el cuadro, me acerqué y lo agarré entre mis manos para verlo mejor, me parecía muy adorable; el niño tenía una sonrisa que reflejaba felicidad e inocencia mientras el cachorro lamía uno de sus rosados y redondos cachetes, la señora reía mientras apoyaba al niño contra su cuerpo para abrazarlo, reí algo bajo por esto. Escuché la puerta abrirse, volteé y Andrés me miraba extrañado.
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~ El Amor Sabe A Vino... ~ Spartor ~
FanfictionAmbos eran líderes de las empresas más importantes del país, uno ya casado, con familia y dinero a montones, aunque a pesar de tener una vida aparentemente "Perfecta" su corazón se sentía incompleto; como si algo o alguien le faltara. Trató de soluc...