Ambos eran líderes de las empresas más importantes del país, uno ya casado, con familia y dinero a montones, aunque a pesar de tener una vida aparentemente "Perfecta" su corazón se sentía incompleto; como si algo o alguien le faltara. Trató de soluc...
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— Oye... Ya, debemos ir al trabajo... —Dijo divertido.
— Podemos ir después, solo déjate llevar...~
— Me dejaré llevar cuando no estemos en un auto.
— Vale... Vámonos. —Se separó.
Mientras este par de tórtolos va de camino a su oficina, ¿Por qué mejor no desmentimos algo de hace casi cinco años, eh?
Una pareja casados volvía a su hogar, esa mujer castaña con una sonrisa maliciosa mientras que su esposo simplemente dormía, aún no asimilaba que se había casado, la noticia le tomó por sorpresa, solo despertó junto a sus preocupados amigos tratando de explicarle que ahora estaba casado.
Miraba esa prueba de embarazo maliciosa y nerviosamente, sabía que era una ventaja en su matrimonio, pero si se enteraban de la verdad mancharía su nombre, cosa que no permitiría.
Pero, ¿Cuál era esa verdad que tanto temía? Sencillo, el hijo que esperaba era de otro hombre, no permitiría que nadie sepa eso, y menos si se trataba de su esposo...
— ¿Estás...?
— Sí, Ari, estoy embarazada.
— Pero usé condón... Creo...
— Los condones se pueden romper, no son cien por ciento efectivos.
— P-Pero yo recuerdo que no se rompió...
— Seguro sí pasó y no nos dimos cuenta, después de todo estabas borracho.
— Entonces, ¿Significa que seré padre?
— Supongo.
— Y-Yo, no sé que decir...
— ¿No qué querías ser padre?
— Sí, pero me tomó de imprevisto. Como nuestro matrimonio... —Susurró lo último.
— Te escuché, ¿Sabes? Y no es mi culpa que hayas estado borracho.
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