Ambos eran líderes de las empresas más importantes del país, uno ya casado, con familia y dinero a montones, aunque a pesar de tener una vida aparentemente "Perfecta" su corazón se sentía incompleto; como si algo o alguien le faltara. Trató de soluc...
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— ¿Qué?
— ¡M-Mañana ustedes tienen una reunión con Miguel Bernal y Carlos Vega! ¡Más les vale ir, que estuve dos malditos meses trabajando hasta tarde para que acepten verlos! —Exclamó jadeando.
— ¿Viniste corriendo, Char?
— Le dije que camine, pero no quiso. —Dijo Liliana llegando a la escena.
— Fue la emoción del momento, como yo hice todo no podía no emocionarme.
— Tú solo hiciste la mitad, el resto del tiempo te fuiste con tu noviecita y yo tuve que hacer tu trabajo.
— ¡Como si tú no hubieras ido con tu novio!
— ¡Al menos yo no iba con él para coger!
— ¡Tú que sabes de mi vida sexual!
— Chicas, chicas, cálmense, las dos hicieron un buen trabajo.
— ¿Cómo es posible que hagan un buen trabajo si se pelean a cada rato?
— Porque nosotras no reforzamos nuestra amistad como ustedes.
— ¿A qué te-?
— Bueno, sacando ese tema, ¿Con qué tú le dijiste mis intimidades a Guillermo, eh?
— Bueno... Usted sabe que apenas puedo guardar secretos.
— Sí, acabo de acordarme de eso, ahora en adelante entrarás solo si tocas la puerta
— Disculpa, ¿Pero de qué hablan?
— Ah, de nada interesante Liliana, solo ignóranos, ¿Sí?
— ¿Okey? Bueno, Charlotte y yo trataremos de mejorar nuestra amistad, ustedes sigan hablando. ¡Adiós! —Agarró el brazo de la recién mencionada para que ambas se vayan de ahí.
— ¡Suéltame maldita perra!
— ¡Cállate maldita puta de barrio!
Entre insultos se fueron, vaya amistad que tenían estas dos.
— Y, ¿Ahora qué?
— No lo sé.
Un silencio se hizo presente entre ellos.
— Y... ¿Quieres que nos besemos?
— Joder, obvio que sí, inútil de mierda.
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