Ambos eran líderes de las empresas más importantes del país, uno ya casado, con familia y dinero a montones, aunque a pesar de tener una vida aparentemente "Perfecta" su corazón se sentía incompleto; como si algo o alguien le faltara. Trató de soluc...
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— Awww... Míralo es tan lindo.
Estaba acariciando a uno de los gatitos de allí mientras esperaba a que la comida que pidieron llegue, era uno muy pequeño y peludo, simplemente adorable.
— Mira, se llama... —Se fijó en la placa que tenía el minino.— Muffin.
— Awww... Hola Muffin.
— Río.— Te ves muy hermoso mimando a un gatito.
— Imagine como soy con Bruno y Nobu.
Tomó el menú que le habían dado para cubrir el beso que quería darle al menor.
— ¿Te han dicho que tienes unos labios sabrosos? —Le preguntó a este luego de separarse.
— Río.— Eres un Romeo de primera. —Acarició su mejilla.— Guapo.
— Hermoso.
Iban a volver a besarse cubriéndose como anteriormente lo hicieron, pero una chica los interrumpió, había llegado con sus pedidos.
— Disculpen, sus pedidos.
— Ah, gracias señorita.
— De nada ¡Provecho!
Y se fue, en su mesa tenían una bandeja con dos bebidas, un Té De Burbujas, o Té De Boba, como prefieras llamarle, y un Mocachino con unos macarrones franceses y una tarta de tres leches decorada, ambos estaban en un plato con orejas de gato y otro con unas de conejo.
— ¡Que lindos!
— Sabía que te gustaría algo así.
Pasaron la tarde comiendo y robándose algunos besos, luego fueron a un parque cercano, para finalizar fueron a sus hogares, no sin antes despedirse con otro beso.
— Te veo mañana, Guapo.
— Andy, antes de irte... ¿Te gustaría volver a salir conmigo el sábado?
— Bueno... Hoy me divertí mucho contigo, así que, sí, sí quiero volver a tener una cita contigo.
— Sabía que no podrías resistirte a mis encantos.
— Después de todo tienes razón, no puedo resistirme a tales encantos masculinos.
— Rio.— Tengo que irme, te veo mañana.
Se dieron un último beso en forma de despedida. Pobres, no saben que cometieron un error en ir a ese restaurante, en fin, cosas de locas y locos enamorados por sus ídolos, o bueno, de una loca y un loco.
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