Ambos eran líderes de las empresas más importantes del país, uno ya casado, con familia y dinero a montones, aunque a pesar de tener una vida aparentemente "Perfecta" su corazón se sentía incompleto; como si algo o alguien le faltara. Trató de soluc...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Hay veces en las que enserio te odio, Aga...
— Awwww, yo también te quiero, Sparta. Bueno, suerte con Gonzalo ¡Usen protección!
— ¡Cállate, idiota!
Salió de aquel bar en donde se encontraba con su amigo, afuera ya lo esperaba ese hombre de puntas rojas como el fuego, con una gran sonrisa proyectada en su rostro.
— Con que en un bar, eh.
— Se dice "Hola", Ari.
— Río.— Está bien... Hola, Amor.
— Mucho mejor. —Entró al vehículo.
— Se dice "Hola", Andrés.
— ¿Si te beso te calmas?
— Depende del beso.
— Tienes suerte de que no estoy borracho, porque ahora mismo me estaría poniendo en cuatro.
— Pero Sparta. —Rio.— Mejor vuelve al bar y tómate unas cinco cervezas, aquí te espero.
— Sabes que no haré eso, así que no te hagas falsas ilusiones, además vamos al cine, no puedo entrar borracho
— Yo que quería verte en cuatro... La humanidad ya no es como antes.
— Ya vamos, ¿Sí? Me duele un poco la cabeza...
— ¿Cómo que te duele la cabeza
— Sí, es que un idiota me coqueteó y me estresé pensando en como hacer para que se aleje de mí antes que vengas.
— Oh... Mi pobre Spartita tiene dolor en su cabecita... —Dejó unos cuantos besos en su cabellera y frente.
— Soltó una risa.— Ari, ya... No soy un niño.
— Para mí sí lo eres.
— Entonces eres un pedófilo. Así que aléjate de mí, los odio.
— No soy un pedófilo. Realmente para mí eres un hombre, guapo, empoderado, único, hermoso, adorable, sexy...
— Ay, lo sé, lo sé, soy perfecto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
