Ambos eran líderes de las empresas más importantes del país, uno ya casado, con familia y dinero a montones, aunque a pesar de tener una vida aparentemente "Perfecta" su corazón se sentía incompleto; como si algo o alguien le faltara. Trató de soluc...
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Estoy muy nervioso, Ari fue a no me acuerdo donde para firmar el documento del divorcio con Katherine, me dijo que le llamó en la noche y quedaron en que ella le compraría la casa y que los muebles y el auto puede quedárselo él, así que no hay mucho problema en eso.
Me dijo que lo espere en mi casa y que cuando llegue Nos llevaría al set del canal en el que Nos entrevistarán, solo me queda esperar.
Pasaron unos cinco minutos y escuché el sonido de un claxon sonando, Salí y me estaba esperando, con su hermosa y grande sonrisa...
— ¿Qué tal todo, Mi Amor?
— Perfecto desde que te vi.
Entré y Nos fuimos. Sinceramente estoy algo nervioso, en la tarde luego de irme de su casa fui a comprar un anillo, me parecía una idea increíble pedirle matrimonio con anillo en televisión nacional. Sé que él ya me pidió ser su prometido y eso, pero no compró un anillo, así que de eso me encargué yo.
Lo miré de reojo, su hermoso cabello, esos labios con un dulce sabor que me encanta, sus ojos oscuros tan penetrantes, verlo concentrado me fascina, es tan sexy...
Inconscientemente bajé la mirada, vio como una de sus piernas no dejaba de moverse, ¿Acaso está nervioso?
— Oye, Amor, ¿Estás bien?
— Ah, sí, ¿Por?
— Es mueves mucho tu pierna. —Indiqué esta.
— No es por nada, solo son, ¿Nervios? —Me dijo algo dudoso lo último.
— ¿Okey?
Si no quiere decirme lo que verdaderamente le pasa no voy a obligarlo, sería una manera muy rara de empezar nuestra relación oficial.
No pasó mucho hasta que llegamos, un edificio alto y ancho, ocupaba un buen lugar y no había quien no supiera de su existencia. Un chico nos esperaba afuera, al entrar vimos algunos autos, de seguro eran de otras personas y de los conductores mismos.
Iba a bajar, cuando vi la puerta abrirse, por alguna extraña razón siempre me ha parecido muy romántico que abran la puerta o cuando te ayudan a sentarte con la silla, se puede decir que cuando hacen eso ya me tienen a sus pies.
— Que lindo, Coronel, parece que alguien quiere un premio en la noche.
— No era con esa intención, pero bueno, me gusta el premio.
Solo reí, una chica llegó, Nos llevó hasta el set, las cámaras ya estaban prendidas y grabando, era un programa en vivo, así que todo puede pasar y yo me aprovecharé de esto.
— Yo ya les indicó cuando tengan que entrar, ¿Bien?
