Cap. 20: Reunión con los padres

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Al día siguiente, Izuku y Ochako fueron bastante temprano a entrenar, debido a que parte de la tarde la pasarían con sus padres. Fue un entrenamiento bastante intenso y se podría decir que casi doloroso.

Sobre las una de la tarde, regresaron a la residencia para tomar una ducha, por separado, y prepararse para ir a almorzar con los padres de Uraraka y la madre de Midoriya.

Esperaron a que sus progenitores llegasen al edificio, sentados en uno de los sofás. El pelicerde estaba bastante nervioso y tenso. Quizás tenía algo de miedo. Su pareja se pegó a él y tomó su mano con ternura para intentar ayudarle a relajarse.

- Deku, tranquilo - dijo mirándolo a los ojos con una dulce sonrisa y un notable sonrojo en sus mejillas. - No tengas miedo de que mis padres no te acepten. Ya les he hablado varias veces sobre ti y les caes bien. Aunque te conocen más por ser el chico que se destrozó a sí mismo en el festival deportivo.

- Está bien, Uraraka.

Al escucharlo, llevó sus manos a las sonrojadas mejillas de Izuku, con precaución de no activar su don, y lo besó en los labios con los ojos cerrados y aún mucho más roja de lo que ya lo estaba.

El peliverde respondió al beso, tan rojo como ella, y colocó sus manos sobre la cintura de Ochako, cerrando los ojos lentamente.

Al cabo de unos minutos, separaron sus labios y se miraron a los ojos con una muy dulce sonrisa.

- Deku, si ahora somos novios, puedes llamarme Ochako - dijo la castaña con una voz tímida y agradable.

- ¿De verdad quieres que te llame por tu primer nombre? - preguntó Midoriya aún más nervioso que antes.

- Claro, tonto. Claro que quiero.

- E-está bien, Urara... ¡Ochako!

Ella no pudo evitar reírse por la respuesta de se pareja. Izuku la miró fingiendo algo de molestia, aunque a los pocos segundos también comenzó a reírse. Al cabo de un rato, se pusieron a preparar el almuerzo para la visita.

Finalmente, los padres de ambos llegaron un par de minutos después. Los cinco se sentaron a comer antes de que llegasen los demás. Durante la comida, estuvieron un rato hablando de cómo les habían ido los exámenes y, justo después, el padre de Ochako preguntó con curiosidad el por qué les habían invitado.

- Es sobre... - dijo Uraraka bastante sonrojada. Todo lo que iba a decir se disipó en su mente a causa de los nervios y la vergüenza.

- Ochako y yo somos novios - dijo el peliverde igual de nervioso y sonrojado que la castaña, pero aún así se decidió a ayudarla.

Hubo un intenso e incómodo silencio entre ellos. La pareja estaban muy nerviosos y llegaron a sentir algo de miedo de lo que pudiera pasar a continuación. El padre de la castaña dio un leve suspiro y los miró con una amable sonrisa. Se le veía feliz, al igual que su esposa y la madre de Midoriya.

- Izuku - dijo al borde de las lágrimas. - Estoy muy feliz por esto.

- Nosotros igual, Ochako - mencionó su madre. - Esperamos que seais felices juntos.

- Lo somos - respondió la castaña mirando al peliverde con una muy dulce sonrisa.

Al cabo de un rato de conversación, los tres padres se marcharon de nuevo a su residencia. Izuku y Ochako los despidieron en las escaleras del exterior. Cuando los perdieron de vista, se miraron a los ojos con una dulce y alegre sonrisa y un leve sonrojo en las mejillas.

- ¿Y ahora qué hacemos, Ura... Ochako? - preguntó Midoriya con una voz tranquila.

- Pues... No lo sé. ¿Podemos entrenar? Se me ha ocurrido una cosa, pero necesito tus guantes del Air Force.

My Hero Academia: The Rebirth Of The Heroes [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora