Mélancolie! | メランコリア.

Curas mi melancolía.

" Where have you been all my life? "

El público estaba entusiasmado enfrente de mí y con aplausos eufóricos estaban acompañando la voz de aquel presentador de televisión.

Aquel hombre de traje elegante y con cierto toque de comediante paseaba de un lado al otro animando al público a mantener la alegría. Las luces de colores de los letreros se hacían cada vez más molestos y brillantes para soportar, hice una mueca de medio lado y acomode mi gorra negra que ocultaba mis cabellos rubios desmarañados que ni me había molestado en peinar.

—¡traigan la tabla!

Mi contrincante me miraba con aires de superioridad con intenciones de querer intimidarme por ese cheque de doce mil dólares, bufé desde mi lugar para darle una mirada burlesca, estoy seguro que después se arrepentirá de haber estado aquí está noche.

—¡el juego es simple, ya lo conocen! —habló en animador.— una primera letra se hará presente en esta tabla y ustedes van a tener que adivinar cuál es la palabra mágica que los llevará a ser el portador de ¡este gran cheque!

La música de comercial barata se hizo presente junto a un poco de confeti de varios colores, suspiré molesto, ya no aguantaba estar sentado tanto tiempo aquí.

—¡y la primera letra es...! —los tambores para agregarle suspenso al momento me dieron náuseas.— ¡M!

La audiencia gritó y aplaudió como si de verdad hubiera sido una gran hazaña lo anterior dicho, quité el palillo de dientes que estuve mascando para botarlo por allí sin prestar atención a la primera palabra que mi contrincante había dicho, sin embargo, como si fuera un eco, retumbó.

—¡murciélago!

Un gran sonido de error acompañado de una fuerte luz roja hizo que el público se decepcionara por ello. Ladeé mi cabeza y con brusquedad acomodé mi chaqueta color verde militar sin ánimos de seguir aguantando el parloteo.

El presentador se acercó a mí tras un parloteo y colocó el micrófono enfrente, independientemente de lo que dijera, el dinero igual sería mío, estuve a punto de decir una grosería en televisión nacional de no ser por ver a esa escandalosa cabellera rosada en la parte de arriba del estudio quien me sonrió y me lanzo un beso desde su posición.

Sonreí de medio lado y mire a los ojos al presentador quien parecía entusiasmado también por mi respuesta, me acerqué mas a él sin quitar la sonrisa y con voz ronca solté:

—melancolía.

Un disparo se escuchó después de eso, escuchaba a la gente gritar y tratar de huir desesperados de la escena, sin embargo, tenía agarrado fuertemente a aquel presentador de televisión con toda la fuerza que tenía para evitar que huyera.

Mi contrincante estaba atrapado entre la multitud y me reí para sacar el arma que había tenido en mi chaqueta para darle un solo disparo en la pierna.

—¿ahora a quien piensas intimidar hijo de puta? —le masculle.

Kitty bajó de allí arriba en un santiamén y con la puntería perfecta que poseía comenzó a darle a todos los guardias que se querían acerca a mí, tomó el cheque con una sonrisa e hizo una reverencia de bailarina ante las cámaras mientras lanzaba besitos a las mismas en son burlesco.

—demoraste mucho ¿no crees? —le reclame mientras apuntaba con el arma al presentador.

—perdóname cariño, yo tuve que hacer el trabajo difícil —me musito de igual forma.

—¡¿quienes son ustedes?! ¡¿Que es lo que quieren?! —el terror de Albert Hofferman se notaba a kilómetros.

—cállete viejo tontito, no ves que estamos en una discusión de pareja —Jimin lo calló.— debemos irnos, tengo cubierto la parte de atrás.