Mélancolie! | メランコリア.

十一 !

                      " I fuck him like I miss him
                      he just came out of prison. "

—¿cuál crees que se ve mejor? —Jimin me preguntó viéndose con dos camisas al espejo.

—todo te queda bien amor —respondí.

—por favor ayúdame —me dijo con un puchero, suspiré riendo, me acerqué a él para verlo con más detenimiento.

—el celeste, te hace ver más angelical —le dije después de analizarlo.— sí, me gusta más ese.

—gracias —sonrió colocando la otra prenda en el armario.— oye, estaba pensado en qué tal vez y deberías comprarte un poco más de ropa —me dijo mientras se cambiaba a una camisa negra.

—no lo necesito —le dije sin interés, la verdad solo quería complacerlo a él en todo y no me importaba que yo no tuviera nada.

—¿cómo que no? Claro que sí, todo lo que tienes es negro y no es mucho —me dijo cruzándose de brazos.—deberíamos ir de compras después.

—a propósito... quería hablarte de algo importante —le dije cambiando de tema.

—¿qué es? —preguntó colocándose los aretes de diamantes con cuidado desde la cómoda.

—sé que nos estamos dando la gran vida con esto de los robos y todo eso, no me quejo, realmente me encanta y más si estamos juntos.—empecé, Jimin dejó de hacer lo que hacía para mirarme.

—¿sí? —encaró una ceja, lo miré con cuidado y suspiré para sentarme enfrente de él, Él al sentirme cerca comenzó a aplicar maquillaje sobre su rostro.

—lo que quiero decir es qué tal vez... no deberíamos robar tan seguido, solo por precaución ya sabes que igual y podrían dar con nosotros —termine diciendo.

—¿es un chiste? —me miró irónico dejando el labial en su lugar.

—no, no lo es, es protección —le dije serio.— no dije que nos detendremos solo que sería bueno no hacerlo todos los días gatito. — Él frunció los labios y se vio al espejo sin más.—¿me prometes que no lo harás? —le dije.

Él asintió de mala gana para acomodar su cabello como si nada, sabía que la idea no había sido del todo su agrado, pero quería mantenerlo a salvo, de verdad, si algo le pasara, jamás me lo perdonaría, jamás.

—bien... —suspiré, me acerqué a él para darle un beso pero me detuvo a medio camino.

—me acabo de poner labial —me dijo con el ceño fruncido señalando sus labios.

—¿y eso que? —le dije sin entender.

—lo arruinarás si me besas —me dijo con un puchero, hice una mueca cansada y me limité a besar su mejilla y esto ya empezaba a irritarme un poco.

—¿ya estás listo? —pregunté, Jimin se dio una ultima mirada al espejo y asintió.—vámonos.

Tomé mi chaqueta de cuero para ponérmela y Jimin tomó un bolso con puras brillantinas, nos tomamos de las manos y cerré la habitación con una sensación extraña en mi pecho, ¿qué ha cambiado?

.

.

—Jimin ¿que es esto? —dije al ver las notorias cortinas nuevas de la sala principal, unas diferentes a las que ya recientemente había colocado, sin mencionar algunos adornos nuevos en la mesa de la sala principal.

—¿no te gustan? —preguntó con un puchero llegando hasta dónde yo estaba, me había ido por unas horas y esto había cambiado por completo.

—ay cariño sí pero... ¿de donde...?