Mélancolie! | メランコリア.

二十七 !

" You said you'd never forget us
And she said she could change your life "

Bajé esas escaleras con pesadez, la cabeza me estaba matando y todo por culpa de mi propia estupidez, ¿cómo había dejado que me convenza de quedarme? Chasqueé mi lengua. Solo fue una noche, cálmate, no pasó nada y me juro que ya no haré nada para verlo de nuevo... aún tenía recuerdos borrosos de lo que había pasado, sólo recordaba cómo me había abrazado con impotencia mientras fingía dormir y como su respiración por un segundo se hizo uno con la mía. Es demasiado temprano para este revoloteo yoongi.

Llegué a mi auto y le di el último vistazo al edificio, suspiré negando haciéndome una nota mental de que no regresaría por estos lados nunca más, por mi bien y por el bien de él, encendí el auto y me saque de allí con molestia y sin ocultar el pesar que sentí al dejar esa pieza que me acogió solo por unas horas.

Mi celular comenzó a sonar con insistencia al cabo de unos minutos mientras divagaba en mi cabeza, ¿qué hora era? Esperaba que no sea mi jefe, ya estaba preparado para morir al dejar a seokjin solo con Hoseok anoche.

—¿sí? —pregunté colocando el alta voz sin siquiera revisar de quien se trataba.

—¡agust! —Hoseok llamó alarmado.— ¿qué demonios pasó anoche? ¿Por que te fuiste así? Estaba preocupado...

—larga historia —suspiré.— ¿el jefe quiere verme?

—Seokjin y yo le mentimos al decirle que te habíamos ido a dejar primero antes de regresar, no sabe nada —me dijo y suspire de alivio.

—gracias amigo.

—pero sí hay reunión en la tarde por eso llamaba, tal vez tenga trabajo para nosotros —me avisó.— es más, me pidió que te llamara, especulo que tiene algo para ti en específico.

—lo tengo cubierto, te veré luego —colgué.

Llegué a casa y estacioné el vehículo fuera del garaje ya lo guardaría luego, solo quería llegar a casa y dormir un poco más. Ingresé tirando mis converse a un lado de la sala y caminé con pereza a tumbarme al sillón más cercano, tenía mucho que procesar y mi cerebro parecía no querer colaborar, iba a cometer suicidio.

—creí que no llegarías nunca —escuché una voz fina proveniente de la cocina.

Suspiré un poco y sonreí como pude a la persona que se estaba acercando a mí, ella me sonrió de igual forma y se agachó a darme un corto beso en los labios.

—Hola maddie —susurré cansado.

—¿qué tal el trabajo? —preguntó acomodándose a mi lado.— puedo ver que estuvo pesado —se rió.

—la vigilancia no es sencilla y más cuando es el diamante de tu jefe —contesté sin ánimos, daba igual mentirle para mí, después de todo no tenía la cara para decirle la verdad, es más, decirle eso era más conveniente que el "pase la noche cuidando de mi ex que creí muerto".

—bueno, al menos ya estás aquí y puedes descansar un poco —sonrió acariciando mis cabellos, no dije nada en ese momento, mi mente estaba divagando en aquel pelirosa lleno de brillo y cubierto de cuero caro de ojos preocupado al verme salir por aquella puerta, ¿ya estaba jodido?. —¿quieres un café? —negué cerrando los ojos dejándome llevar por esas caricias sutiles, este era mi presente ahora y debía aceptarlo, no vale la pena regresar a un lugar donde en el pasado jamás me complementé.

—¿cómo te fue a ti? —pregunté aún con los ojos cerrados.

—vendí un par de cuadros, estaba feliz por eso y vine rápido a casa a contarte la buena noticia pero recordé que tenías vigilancia —me explicó sin parar de acariciar mis cabellos.— te extrañé.