最初 !

3.1K 335 46
                                    

                    " Day to night to morning,
                   keep with me in the moment. " 

Un dolor agudo en mi cabeza se hizo presente sacándome de ese profundo sueño que no había podido conseguir en mucho tiempo, me removí molesto en el sillón y al darme cuenta de eso me levanté bruscamente por haber encontrado esa comodidad.

Miré algo asustado a mi alrededor tratando de ubicarme, pero en realidad no podía recordar mucho, ¿qué tan drogado debí estar?... habían un par de botellas vacías de alcohol en el suelo, algunas envolturas de Snacks a medio comer y un cenicero (probablemente mío) quizás me estaba echando la culpa internamente por eso, solté otro quejido tomando mi cabeza e intenté ponerme de pie con mucha molestia, estaba deseando no haberme metido en problemas.

—¡suga! ¡Despertaste! —una voz me hizo voltear hacia algún lugar de esa casa buscando al dueño de la voz y todo en mí se congeló cuando vi a un chico muy guapo parado debajo del umbral, esperen... ¿suga?

—¿me hablas a mí? —le pregunté confundido.

—bueno... eres el único aquí —se rió un poco ante la obviedad, bajé la mirada.—¿pasa algo? ¿Por qué estás tan asustado? —preguntó con la misma confusión.

—uh... no recuerdo mucho de anoche, disculpa —me excusé.— ¿acaso tú y yo...? —pregunté incomodo.

—¡no! —negó alterado.— solo conversamos y bebimos un poco.

suspiré de alivio y asentí, me agaché a tomar mi chaqueta, la coloque en mi hombro y con una sonrisa incómoda retrocedí mis pasos a la puerta, dios... era la primera vez que me pasaba algo así, estaba entre avergonzado y a la defensiva.

—¿a dónde vas? —hizo un puchero haciendo que mis pasos se detuvieran involuntariamente.

—yo... a casa —contesté sin entender su interés por mí.

—no tienes una —se cruzó de brazos con una risa suave y avanzó hasta a mí.— no tienes donde ir, quédate, hice el desayuno... —tomó la manga de mi camisa y me sonrió.

Lo miré a los ojos y a parte de que tenía un punto a su favor me encontraba muy nervioso, había fumado mucho la noche anterior y esto es un efecto secundario.

—bien...

Ambos nos encaminamos a la cocina y yo volví a tirar mi chaqueta al sofá, me acomodé en el mesón mientras él me extendía una taza de café, la tome con muchas dudas, pero sinceramente no me importaba tanto mi vida, si esto era veneno o una trampa, no me importaba en absoluto, sin embargo, él no se veía como esos tipos.

—tengo galletas en la alacena —señaló.— sé que no es mucho... me gustaría ofrecerte más pero... —dijo apenado.

—no, no, está perfecto... te lo juro —traté de calmar con una sonrisa.— gracias.

Él asintió, ambos desayunamos en silencio pero no podía dejar de verlo, ¿cómo mierda llegué aquí? y mas que eso... ¿por qué me importaba hacerle sentir que todo estaba bien?

—¿me repites tu nombre? —pedí.

—Jimin, Park Jimin —me sonrió escondiendo sus ojos en dos medias lunas.

Jimin...

—¿puedes decirme cómo terminé aquí?

—bueno... —se removió algo incómodo.— tuve un pésimo día y pues... hice algo terrible así que huí y mientras huía terminé en un estacionamiento de un market y tú estabas sentado en la vereda, estabas muy drogado —me dijo.— y luego me hablaste, robamos una tienda y henos aquí.

Mélancolie! | メランコリア.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora