Mélancolie! | メランコリア.

第七 !

                      " 'Cause every moment gone
                             you know I miss you. "

Mis ojos se abrieron con pesadez y al ver a Jimin a mi lado una sonrisa se apoderó de mi, que egoísta me había vuelto, pero ya no me importaba, ¿y qué si quiero ser feliz por un momento de mi vida?, él era lo que me hacía humano, él que con su boca me habla de amor y de cosas buenas, el que me hace querer quedarme así sea en un puente pero con él.

salí de la cama y con cuidado de no hacer mucho ruido me comencé a vestir, necesitaba conseguir algo por nuestra seguridad y es que habían pasado días en los que tenía esa sensación de que alguien nos seguía.

—¿a dónde vas? —Jimin preguntó con sus ojitos entrecerrados por el sueño.

—ayer te dije que iba a salir, regresaré pronto, lo prometo. —sonreí.

—bien... —cerró sus ojos y alzó sus labios para que le diera un pequeño beso y así fue sin más, salí de casa.

Los callejones me habían guiado a una tienda de antigüedades que fue mi refugio por algún tiempo en mi pasado, cuyo dueño era nadie más que mi tío, ese sujeto era el único de mi familia al cual podía decir que me agradaba por completo, tal vez porque teníamos los mimos vicios, tanto él como yo nos habíamos quedado en un mala vida.

—tío Eunki —solté con una sonrisa.

—pequeño bribón —se carcajeó al verme ingresar.— ¿dónde carajos has estado? Tu padre no ha parado de joderme desde que te fuiste... dime ¿acaso andas con alguna chica, pillín? —bromeó.

—no tío, estoy bien, es lo único que tienes que saber —asentí.— mejor que nunca de hecho.

—¿a qué se debe tu visita? —preguntó mientras comenzaba a limpiar una baratija.

—necesito un favor, uno grande —jugueteé con mis manos.— eres él único en quien confío, por eso vine.

—¿de qué se trata?

—un arma... dos de hecho —pedí con cautela, él encaró una ceja y miró a ambos lados.

—si me dices para que las necesitas te las daré. —aseguró.— tiene que ser serio Yoongi, no para ir de paseo con tus amigos ladrones.

—por protección —susurré pero me gané una mirada acusatoria.— suena tonto pero llevo días sintiendo que alguien me sigue, es solo protección.

— pararás en la cárcel y ni pienses que voy a ayudar a sacarte —se quejó pero sabía que si eso pasaba él haría hasta lo imposible por sacarme.

—tú eres igual o peor que yo —dije cruzándome de brazos.— no debería sorprenderte mi sed de peligro, además, me has enseñado todo lo que sabes.

—eso es cierto, no tienes nada de tu estúpido padre —se rió.— tal vez mi hijo pueda aprender de ti.

—ya lo veremos.

—te las daré con una condición.

—¿qué?

—dime dónde estás y con quién —frunció el ceño.— no puedes mentirme a mí, ¿o sí? —él sabía que no podía hacerlo.—me dijiste que estabas solo, ¿para quién es la otra?.

—bien, encontré a alguien, un amigo y ahora vivimos juntos —le dije.— ambos no tenemos nada y pues... juntos el golpe es menos fuerte y sinceramente no quiero que le pase nada, luce tan frágil...

—bien, espérame aquí.

Lo vi adentrarse y regresar después de unos minutos con una caja de madera, mi tío construía armas para esa clase personas que se dedican a cierto tipo de negocio ilegal, siempre me vi involucrado en ese mundo al ser él quien cuidaba de mí cuando mis padres no podían, por eso se todo lo que sé.