Mélancolie! | メランコリア.

第六 !

" Just hold me close, boy,
cause I'm your tiny dancer. "

—Tal vez en el taller haya algo de trabajo hoy... vayamos a ver qué podemos conseguir. —me dijo colocando sus adoradas botas con cuidado.— Sehun me llamó así que a lo mejor tiene algún problema.

—¿me llevará a su taller? —le pregunté con una sonrisa, creí que no quería involucrarme mucho en sus cosas, pero me ponía feliz que así fuera.

—sí, después de lo de esa anoche no pienso dejarte solo —me aseguró con un semblante serio, recordarlo hacia que me de un escalofrío en la espalda... asentí a su petición.

Caminábamos con las manos agarradas, hacia algo de frío afuera y él cargaba su típica chaqueta de cuero puesta que hacía juego con sus botas negras, era todo un rebelde. La cuidad cada vez se tornaba de un color diferente, en mi cabeza cada acercamiento con suga me hacía sentir como un color y cada vez que eso pasaba todo a mi alrededor cambiaba, ¿así se sentía amar?.

—gatito. —me llamó, no sé como le hacía para ponerme tan nervioso con un seudónimo.

—¿sí? —pregunté.

—cuando lleguemos allí por favor no hables con nadie y tampoco le creas a alguien, solo confía en mí ¿sí? —me miró.— mi reputación nunca fue buena.

—lo prometo —asentí.

El lugar del taller era agradable supongo, era como un garaje y tenían muchas herramientas dentro, por el momento solo habían dos vehículos estacionados y dentro de el había un chico que parecía de la misma edad de suga.

—vaya... "suga" —ese chico alto de cabello castaño bastante atractivo lo saludo con una sonrisa.

—ahórratelo —cortó secamente, él siempre tan educado.

—¿quién es el chico lindo? —preguntó mirándome.

—quédate en tu línea, sehun —señaló con el ceño fruncido, justo así se veía intimidante y eso me gustó.

—¿no vas a presentármelo?

—soy Jimin —le dije con una sonrisa tratando de suavizar el ambiente.— un placer.

—sehun, mucho gusto. —me sonrió de vuelta.— ¿por qué no contestaste mi llamada?

—he estado ocupado pero necesito trabajo —le dijo cabizbajo — por eso vine.

Sehun lo miró y luego posó su vista en mí, hizo el ademán de pensar y luego asentir nuevamente, había algo en el que no me gustaba del todo, no sabía si era la forma en la que me miraba... o como miraba con celos a suga, pero él no parecía darse cuenta.

—hay un motor que necesita ser cambiado —se encogió de hombros.—no he tenido tiempo de hacerlo así que... serán diez dólares.

—¿sabes el esfuerzo que requiere eso? —Suga se quejó y yo me encogí un poco en mi lugar.

—papá no debe saber que te estoy dando trabajo —le susurró.— te daré quince pero solo porque quiero ayudarte.

—mierda, esta bien —accedió.

Me llevó con él y me dejó sentado justo a un costado del auto que iba a reparar. Miraba callado sus acciones, retiró su chaqueta y me la extendió, debajo de esta cargaba una camisa blanca que le quedaba muy bien (aún no entendía porque usaba blanco cuando tenía que hacer trabajos donde podía mancharla) acomodó su cabello descubriendo su frente... y solo pude suspirar por lo que guapo era...