❝Mi Sexy Sugar Daddy❞© (+18)Christopher velez |Completa|✓

Dime tú 06/02 Maratón 1/2

r mi salud mental y física, les pido de favor que voten y Comenten por favor. ¿Chi? Gracias.

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—No,no,no Christopher espera— dije, tratando de parar lo que estamos haciendo.

—No, Tn, nadie nos ve, podemos seguir— dice con su respiración acelereda.

—No, ¡CHRISTOPHER!, ¡No puedo seguir con esto, Joel no se lo merece!— Trato de quitarme encima de él, mis pies al fin tocan el suelo y acomodo mi ropa.

—Tn, entiende que Joel tal vez no te vea como la verdadera mujer que eres — dice Christopher tratando de detenerme.

—¿Cómo la verdadera mujer que soy?, ¿De que hablas Christopher? O mejor dicho, ¿Cómo que mujer me vez tú?— pregunté, quería saber su lógica tan absurda.

— Él solo te ve como su primer novia, aveces las personas piensan que su primer amor o su primer novia deben de ser las personas con las que deben casarse, peor no es cierto, y tú lo sabes muy bien.—Explica.

—Cada persona ve diferente el amor, Christopher, tú lo ves de una manera sexista. Es absurdo hablar contigo Christopher.

—Tal vez sea cierto Tn, solo trató de cuidarte, a ti y a tu corazón—

Estoy lista para irme de aquí.

—Tu solo quieres sexo y ya— estoy apunto de irme. Ya estaba fuera del vestidor

—Yo solo quiero hundirme en tu coño— sujeta de mi brazo y por defensa le doy una cachetada.

—Eres un ¡IDIOTA!—grité. Y muchas personas que iban pasando se quedaron viendo por unos segundos pero después siguieron con sus cosas.

¿Cómo es posible que una persona tenga esos pensamientos?
Claro, es CHRISTOPHER Vélez alias él «Ignorante de sentimientos».

—¡No quiero cruzarme contigo nunca en mi vida!.

Caminé enfurecida y con un dolor situado en entre mis piernas, Christopher si que daba duro.

Ya había salido del centro comercial y estaba en mi auto, dirigiendome al hotel.

Manejé con unas cuantas lágrimas saliendo de mis ojos.

Salí del auto una vez que llegué a mi destino, tomé las bolsas de mis compras y mi celular.

Mi celular sonó a causa de una notificación.

Número desconocido.
Yo te veo como la mujer que tendrá a mis hijos y estará siempre a mi lado.
Vete con cuidado, que este idiota se preocupa por tí, te aseguraré que no me cruzaré contigo por más que me duela.
Atte: Chris.

Mi corazón se hizo chiquito y mi estómago se revolvió.

Sonreí, una tercera parte era por felicidad, otra por tristeza, y la última por dolor.

Así me sentía.

Joel me daba todo, pero básicamente no causaba esa magica sensación que causaba Christopher cuando me tenía en sus brazos.

Pero-
Christopher es un idiota al que le interesa más el sexo que los sentimientos.

A veces el tiempo te ayuda a sanar, si, pero, no de la manera correcta.

El tiempo sana con otro tipo de felicidad, pero cuando la felicidad que te dañó, vuelve, esa felicidad, te vuelve a ser feliz. Es algo complicado, solo las verdaderas personas que han «Sanado con el tiempo» entenderán.

—Ey, bebé, ¿Qué tienes?— dijo Joel, estaba saliendo del hotel.

—Solo, solo necesito que abraces fuerte— me tire a sus brazos a llorar como loca, sin preguntar siquiera a dónde iba.

—Todo va a estar bien, vamos al hotel—Besa mi mejilla y me ayuda con las bolsas.

—Buenas tardes Joel y Tn— dice amablemente la chica que según mi mente es la «acompañante de Christopher». Ve que estoy llorando— Ey nena, no llores — corre a barzarme, viene vestida muy linda, como si fuese a sumar cita con Christopher, me abraza— ¿¡JOEL QUE LE HICISTE A TU BELLA ESPOSA!?—gritó en defensa a mi.

—Na-nada, ya venía así— dice apenado y nervioso.

—¡TODOS LOS HOMBRES DICEN LO MISMO!—lo mira con los ojos entrecerrados.

Pobre Joel, la que le están armando.

Reí un poco ante la situación.

— Él no fue...

—Monica.— al fin conozco su nombre

—Él no fue Mónica, él es muy lindo, solo me pasó algo de lo que no quiero hablar y me está llevando para poder relajarme— respondí entre suspiros.

—A~ah, perdón—rie penosamente.

—No pasa nada— asintió Joel y Mónica me dejó de abrazar.

Me puse de lado de Joel.

—Ojalá se solucione tu problema, Tn, me tengo que ir a dormir— se despidió, Joel y yo nos despedimos de ella y se metió al hotel.

Nosotros copiamos su acción.

—¿Qué te pasó?—preguntó Joel cuando estábamos en el elevador.

—No quiero hablar de eso Joel, no fue muy fuerte, sabes que soy muy sentimental y cualquier cosa me hiere.

Él me miró y asintió, tomó mi mano y besó mis nudillo. Un toque tan suave.

—Sabes que te amo más que a nadie y haría cualquier cosa por ti con tal de no verte derramar más lágrimas— me besa tiernamente.

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No había errores, o no los ví, jeje.