❝Mi Sexy Sugar Daddy❞© (+18)Christopher velez |Completa|✓

Dime tú 05/02:«Inevitable»(tal vez+18)

-Valla, valla, valla, al fin te encuentro sola, sin tu esposo pegado a tí- dice Christopher con una sonrisa divertida, estábamos en el ascensor, los dos, solos.

Él se pone a mi lado.

No quise mirarlo, agaché mi cabeza, las imágenes de mi sueño llegaron de nuevo a mi mente.

Segundos después mis mejillas tomaron un color rojo-No pierdes la costumbre de sonrojarme cuando piensas cosas perversas- se acerca más a mí, con su mano alza mi cabeza y me mira a los ojos.

Sin embargo yo, miré su boca.
Admiraba la forma de corazón de su boca, se veía tan suave.

-Alejate- susurré con desesperación.

Estas cosas malas solo pasan cuando estás bajando en el ascensor desde el piso 30.

-¿Qué harás si no lo hago?- acerca su cara ala mía, sus manos rodean mi cintura.

-Estoy casada- murmuré.

No sé por qué no podía hablar como normalmente lo hago.

-No haré nada que tú no quieras-Sus labios rozan los míos.

Son una tentación, estaba a punto de pegar mis labios con los suyos.

Pero el timbre del ascensor me hizo alejarme de una locura.

Mi mente estaba bloqueada, ví como Christopher se ponía de nuevo a mi lado, la puerta se abrió y entró Joel.

-Iba a subir a dejar tu desayuno, mí Amor- sonrió y me dió un pico.

-Yo iba a buscarte- contesté nerviosa.

Christopher salió del ascensor, había llegado al último piso.

-¿Te dijo algo tan malo como para que estés roja de ira?- preguntó Joel preocupado.

Ja. Si supiera que no estoy roja de ira, si por otra cosa.

-No, solo me incómode.

En fin la hipocresía.

Joel presionó el botón que nos llevaría de nuevos nuestro piso.

-¿Qué desayunaremos?- pregunté, mi estómago pedía a gritos ser alimentado.

-Una ensalada, sé lo mucho que te gustan.

-¡Mis conejos!- dije felíz.

A las ensaladas le decía conejos.

Jaja, preguntarán; ¿Por qué?

Los conejos comen verduras, y para mí verduras y conejos es un conjunto.

No sé si me expliqué.

-¡Si!- río- amo cuando pones nombres raros a las cosas.-toma mi mano y salimos del ascensor.

El sonrojo desapareció de mi rostro.
Entramos a nuestro departamento y nos sentamos en las mesa -en las sillas jejeje- y desayunamos.

-¿Me acompañas a comprarme trajes de baño? Es que no tengo los suficientes para el resto de nuestra luna de miel.

-Si, quiero ver tu sexy cuerpo adornado de trajes de baño y tal vez, algo pasará, en los vestidores- dice Joel coquetamente.

-Uyy! Hoy amaneciste coqueto- canturree en un tono divertido.

En la mañana amaneció, amm... Caliente.
Tanto que me desnudó y me llevó a la ducha y lo hicimos allí, bajo la regadera.

-Tu causas eso, bonita.

(*Opinión de la escritora*: Joel ¡COGEMEEEE PAPITO!,¡SOY TUYA BEBÉEEEE! *Fin de la opinión de la escritora*).
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